*Por: Dra. Ivonne Tapia Villagómez.

Como ya se conoce, la inflación es un fenómeno que se observa en la economía de todo país, estando relacionado con el incremento desordenado de los precios de la gran mayoría de los bienes y servicios que se comercian en sus respectivos mercados, por un periodo de tiempo prolongado. Cuando la inflación se presenta en una economía, resulta complicado poder distribuir nuestros ingresos de forma tal que alcance para todo lo requerido. Esto va desde planear un viaje, liquidar nuestras deudas o invertir en algo que nos genere los ingresos esperados, además de que sea rentable, ya que los precios, que eran una guía para distribuir nuestro dinero de la mejor forma posible, ha variado acorde a lo estimado. Cuando esta situación se presenta, nos podemos percatar que la cantidad de dinero que anteriormente veníamos administrando, ya no alcanza para adquirir aquello que veníamos consumiendo habitualmente y como tal, esto nos afecta a todos: empleados, productores, amas de casa, ahorradores, inversionistas, empresarios, entre otros. Esta situación se agrava más en aquellas personas que perciben menos dinero o no cuentan con acceso a los servicios financieros. Para estar más preparados ante esta situación, que en gran medida se escapa de nuestras manos, es muy importante conocer el ritmo en el cual aumentan los precios y, sin duda alguna, aplicar medidas que ayuden a frenar este aumento. Es por ello la existencia del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), el cual nos proporciona datos que nos permiten ver cómo van fluctuando los precios de un gran número de bienes y servicios que consumen las familias en México. A través del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), quien es el responsable brindar esta información, lleva a cabo una encuesta de los ingresos y gastos de todas las familias a nivel nacional para conocer de esta manera cuáles son los productos y servicios que mayormente consumen los mexicanos. Esta información se compara quincenal, mensual y anualmente para saber las variantes de los precios en estos periodos. Para medir la inflación, cada mes el Inegi da seguimiento a 235 mil precios en 46 ciudades del país. Dicha información se procesa tomando en cuenta qué tanto los mexicanos consumen respecto de determinados productos o servicios, y de esta forma conocer cuáles son los rubros tiene mayor importancia en la economía de las familias. Con esta información el Banco de México implementa las medidas necesarias para controlar la inflación, ya que como bien sabemos, él es el encargado de regular la cantidad de dinero que circula en el país. Entonces, ¿por qué el aumento de los precios nos afecta diferente? Cada persona o familia tiene preferencias y gustos específicos sobre determinada ropa, comida, transporte, diversiones, entre otras cosas que se vuelven parte de su estilo de vida, lo cual hace que se enfrenten a diferentes precios, así como calidades de los productos o servicios al momento de pagar. Es por ello que la inflación que todos experimentamos va de la mano con los bienes y servicios que consumimos y que, atribuidos a nuestro gasto cotidiano. A partir de la información que proporciona el Inegi, las familias mexicanas distribuyen su gasto mensual en vivienda siendo esta del 28 por ciento, un 23 por ciento en alimentos, bebidas y tabaco, 14 por ciento en transporte, 10 por ciento en educación y esparcimiento, 7 por ciento en salud y cuidado personal, 6 por ciento en ropa calzado y accesorios, 4 por ciento en muebles, aparatos y accesorios domésticos y 8 por ciento en otros servicios. Los insumos antes mencionados conforman la elaboración de la canasta, en la cual el Inegi a través de los resultado arrojados por la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh), observando la cantidad de dinero que se destina a cada rubro y, según los montos gastados, le da un valor determinado dentro de dicha canasta, es decir, si en promedio las familias mexicanas destinan el 28 por ciento de su gasto en vivienda, el rubro de vivienda tendrá un valor del 28 por ciento en la canasta que se usa para medir la inflación. También existe la medición de la inflación de la conocida canasta básica de bienes y servicios que sólo incluye 82 conceptos genéricos de los 283 de la canasta representativa, la cual existe desde 1988, con la intención de brindar seguimiento y cumplimiento a un pacto realizado entre el sector público y el privado con el afán de mantener la estabilidad de los precios de los productos y servicios de primera necesidad para las familias mexicanas. Es por ello importante que cada mexicano valore en qué gasta y la asiduidad de los productos o servicios que consume, así como aquellos de los que se puede prescindir para mitigar el impacto de la inflación en nuestros bolsillos.

*Licenciada en Administración por el Instituto Tecnológico de Morelia, Maestra en Dirección por la Universidad Anáhuac del Norte y Doctora en Educación y Desarrollo Organizacional por la Universidad Continente Americano. Actualmente se desempeña como Académica del Departamento de Negocios de la Universidad Iberoamericana Puebla. Es especialista en temas de Recursos Humanos, Desarrollo Organizacional, Emprendimiento Social, Responsabilidad Social Empresarial y Responsabilidad Social Universitaria ante la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas en Contaduría y Administración (Anfeca). Titular de la Línea de Investigación de Ética y Responsabilidad Social del Doctorado en Administración de la Ibero Puebla.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

incendios forestales