Durante el confinamiento por Covid-19, el 57.4 por ciento de trabajadores de la Administración Pública Federal (APF) admitió que, pese a trabajar desde casa, delegó los cuidados de niños, niñas y adolescentes en mujeres, lo que duplicó el trabajo de ellas.
Así lo muestran los datos de la Encuesta sobre Necesidades de Cuidados en Pandemia (ENCAP 2021), que este jueves presentó el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), que realizó el ejercicio con el soporte informático de la Secretaría de la Función Pública (SFP).
Para conocer las dinámicas de tiempos destinados a organizar la jornada laboral y el trabajo doméstico no remunerado, así como los cuidados a personas dependientes, se aplicaron mil 344 cuestionarios en línea a personal de la APF de la Ciudad de México y zona conurbada.
En contraste con el 57.4 por ciento de los hombres que señaló a su cónyuge como la encargada del cuidado de niños, niñas o adolescentes, sólo el 16.1 por ciento de las mujeres indicaron que su pareja se hizo cargo.
Además, 33.1 por ciento de las mujeres afirmaron que ellas solas realizaron dicho trabajo no remunerado, mientras que sólo 10.7 por ciento de los hombres se encontró en esa situación.
En cuanto, al promedio de horas diarias dedicadas a apoyar a los hijos con los estudios o llevar a cabo actividades recreativas en el hogar, el de la mujeres aumentó en promedio media hora diaria, mientras que el de los hombres se mantuvo en el mismo nivel.
En este contexto, la mayor carga del trabajo en el hogar fue para las mujeres con respecto a los hombres: de 1 a 1.8 horas diarias más a las horas que ya le dedicaban a estas actividades.
Hubo marcado desbalance contra mujeres
El Inmujeres realizó la encuesta, del 5 de abril al 31 de mayo de 2021, a personal de diversas dependencias federales, exceptuando a sectores como salud, puertos y ferrocarriles, los cuales tuvieron sobrecarga de trabajo por considerarse actividades esenciales.
Estos trabajadores, hombres y mujeres, continuó laborando durante el confinamiento con estrategias como el teletrabajo (o home office), y también se optó por modalidades mixtas (presencial y a distancia) y en el caso de las actividades esenciales se continuó con los servicios a la población de manera presencial.
No obstante, el Inmujeres detectó un desbalance marcado entre hombres y mujeres en lo que respecta a la conciliación entre el trabajo remunerado y el de cuidados de niños, niñas y adolescentes, así como personas dependientes.
Conciliar labores y trabajo doméstico, un reto
Aunque las mujeres en su mayoría consideraron la experiencia del trabajo a distancia como buena, las mujeres declararon que el trabajo del hogar, con jornadas extendidas, y los cuidados a las personas que lo integran representó su reto mayor.
Por su parte, los hombres expresaron mayor que su mayor preocupación fue no contar con herramientas de trabajo y espacio en el hogar para realizarlo.
Las mejores experiencias del trabajo remoto fueron la mayor convivencia familiar y desarrollo de habilidades, tanto para mujeres como para hombres de la APF.
Inmujeres remarcó que la ENCAP 2021 evidencia que mujeres y hombres viven de manera diferente las cargas de trabajo remunerado y no remunerado, y que, en el contexto de la pandemia, es primordial visibilizar y redistribuir el trabajo de los cuidados.
Por ello, reiteró que promueve políticas públicas que permitan equilibrar la vida familiar y el trabajo, con corresponsabilidad entre las familias, el Estado, sociedad civil y el sector privado.
