El arqueólogo Diego Martínez Serrano reveló en su estudio sobre la mikve de Taxco, espacio para baños rituales judíos, la presencia de una comunidad judía en el siglo XVI, cuyos integrantes eran perseguidos por la Inquisición y vivían ocultos.
De acuerdo con la Secretaría de Cultura federal, el hallazgo resulta novedoso para la historia y las costumbres que rodean a la ciudad minera de Taxco, ya que a finales del siglo XVI, existía una importante comunidad de “cristianos nuevos” en la ciudad, y dado que el judaísmo fue una práctica perseguida durante el periodo colonial, vivían ocultos.
Se compone de un pozo para el bautisterio, con una cúpula al lado derecho que a su vez cubre una fosa que alimenta el baño por un conducto; con base en historiografía, el investigador ubicó a aquellas de origen judío que se ocultaron para evitar el Santo Oficio, varias eran propietarias de haciendas de beneficio minero y pertenecían a núcleos familiares en común.
En este sentido, el arqueólogo expusó que “la construcción de esta mikve en Juliantla, alejada de sus propiedades para no ser descubierta, pero también cercana para limpiar su alma” responde perfectamente a los datos registrados, de igual forma, se informó que siempre se le ha conocido como “el baño de los judíos”.
Por último, consideró necesario realizar excavaciones controladas, tanto en este sitio como en las haciendas, en busca de elementos materiales asociados con las actividades de los criptojudíos; por último este descubrimiento se une a los hallazgos arqueológicos que se han suscitado este mes, como el descubrimiento de una vasija milenaria en Yucatán.
Editado por Dulce Claudia Rojas Zepeda
