Hoy aprovecharé este espacio para contarles nuevamente mi experiencia sobre este virus, que en Puebla ha dejado más de 13 mil personas fallecidas.
Entre esas 13 mil personas fallecidas, hay familiares, amigos y conocidos que se han ido de este mundo.
Lamentablemente las cifras que a diario revela el gobierno del estado de Puebla son muy, pero muy alarmantes; pese a ello, no asustan a la población que en algunos casos sigue sin creer en la existencia del virus.
También existe mucha gente que no quiere vacunarse, pero sobre todo, existen muchas personas que acuden a las fiestas sin ningún tipo de prevención.
Las historias del Covid-19 son infinitas y seguramente la mía no es trascendental, aún así la platicaré en esta colaboración semanal.
Hace poco un amigo mío, quien por cierto era padre de familia de tres mujeres, luchó en contra de este virus y después de varias hemodiálisis, medicamentos que lo mantuvieron sedado porque estuvo intubado, además de una traqueotomía, perdió la batalla en contra del Coronavirus que no tiene cura.
La triste historia no termina ahí. Sus tres hijas y esposa, esta última también internada en un hospital, se sumaron a la lista de los más de 100 mil contagios que tiene Puebla desde hace un año.
Fue aquí cuando conocieron el verdadero infierno de la enfermedad, que reitero, ya cobró la vida de más de 13 mil personas.
Mientras estaban internados, fueron pocos quienes decidieron ayudarlas con alimento, medicinas para ellas y sus padres que superaron el gasto de los 43 mil pesos, además de otros pagos que sortearon a largo de 20 días.
El contacto físico se perdió, vivieron encerradas en cuatro paredes sin poder salir al sol, esto como si estuvieran en una celda de castigo pagando por un delito que no cometieron, con la zozobra de no saber nada de sus padres y rezando a diario por un milagro en favor de ellos.
El milagro llegó, su madre ganó la batalla en contra del Coronavirus, pero tristemente el papá, a quien califico como mi amigo, no sobrevivió a pesar de enfrentarse en contra del virus por 30 días.
Hoy la partida de mi amigo duele demasiado a esta familia, que nunca imaginó pasar por este calvario llamado Covid-19.
Lo escrito aquí no es para victimizar a nadie que ya pasó por los estragos del Coronavirus.
Insisto, el Covid-19 llegó para quedarse ¿Pero estamos listos para vivir con el virus?
Solo ustedes tienen la respuesta.
Hasta aquí mi reporte.
Recuerden escribir a [email protected] y si salen de casa que sea con doble cubre bocas porque el virus no da tregua en Puebla.
La frase
“No encuentres la falta, encuentra el remedio”.
Henry Ford
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