Aunque la Unión Europea (UE) tiene como meta cumplir el 70 por ciento de su población vacunada, la variante Delta es “una fuente creciente de incertidumbre” en la economía de Europa, indicó la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde.
“La recuperación de la economía de la zona del euro va por buen camino“, ha dicho Lagarde en Fráncfort, pero sostuvo que “la pandemia continúa proyectando sombras, especialmente porque la variante Delta constituye una fuente creciente de incertidumbre“, mencionó.
Por otro lado, Lagarde también aprovechó para explicar que no endurecerá la política monetaria en el corto plazo, de aquí a finales de 2023, cuando se espera que las economías de la eurozona vuelvan a sus niveles pre pandemia.
En este sentido, ha abundado en el cambio de política con respecto a la inflación, que ha pasado a buscar el “cerca del 2 por ciento pero por debajo” al “cerca del 2 por ciento, pero no importa si lo supera un poco” este año y el siguiente.
Así, el Banco Central de Europa espera que los tipos de interés “continúen en sus niveles actuales, o en niveles inferiores, hasta que se observe que la inflación se sitúa en el 2 por ciento bastante antes del final de su horizonte de proyección (finales de 2023) y de forma duradera en el resto de dicho horizonte”. Eso supone que durante algún tiempo la inflación puede superar el 2 por ciento.
Lagarde, advirtió de que el endurecimiento prematuro de la política monetaria podría ir “en detrimento de la recuperación económica”.
Por ello, comentó que “necesitamos preservar condiciones de financiación favorables para todos los sectores de la economía durante el período de la pandemia. Esto es fundamental para que el repunte actual se convierta en una expansión duradera y contrarreste el impacto negativo de la pandemia sobre la inflación“.
Editado por: Miguel Ángel Madrid Brizuela
Fuentes: El diario.es
