Queremos que cumplan lo que nos prometieron: locatarios de Amalucan
Queremos que cumplan lo que nos prometieron: locatarios de Amalucan. Foto: Ángulo 7/David Celestino
Queremos que cumplan lo que nos prometieron: locatarios de Amalucan
Queremos que cumplan lo que nos prometieron: locatarios de Amalucan. Foto: Ángulo 7/David Celestino

Diversos locales del mercado Amalucan, que iba a ser remodelado, se encuentran deteriorados, afectados por la lluvia e incluso otros están al borde de un posible derrumbe, por lo que los comerciantes pidieron una intervención o se les garantice la seguridad al volver al inmueble.

Lo anterior, luego de que dejaron sus puestos para ubicarse en las carpas aledañas, pues se planeaba una demolición y reconstrucción del recinto; no obstante, terminó por cancelarse ante la falta de consenso entre los opositores de la obra, gestionada por la Federación.

Durante un recorrido que hizo Ángulo 7 por el mercado, los locatarios que accedían a la intervención, misma que se ha prolongado durante más de cuatro meses, mostraron a este medio el estado deplorable de los locales, el cual se acentuó ante la salida de los vendedores a las carpas colocadas a un costado del mercado, donde fueron reubicados los locatarios que avalaron las obras de remodelación.

Ven riesgo de derrumbe

Al fondo del centro de abasto, en un local colindante con la barranca detrás del inmueble, Alfredo Ruíz ofrecía reparación de bocinas, licuadoras y otros electrodomésticos; su local se ha ido “hundiendo” conforme el paso de los años, lo cual atribuye al deslave del precipicio

“Cada año que pasa se ha ido hundiendo más y más y más, el techo ya hasta lo vas a alcanzar; el piso, ya son grietas más grandes”, dijo al entrar al reducido espacio, donde la humedad ha carcomido las paredes y el piso se encuentra encharcado ante las constantes lluvias.

En la techumbre del local, se aprecia como del lado de la barranca hay un socavón, el cual desfoga el sistema de drenaje del mercado; a simple vista, la abertura parece tener un metro de diámetro, mientras que se encuentra detrás de un local de carbón, que aún opera.

El locatario sostiene que son al menos cinco espacios los que tienen riesgo de que el deslave termine por derrumbarlos, por lo que él decidió dejarlo en cuanto se ofreció el proyecto de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), siendo que tiene a dos menores que, al no asistir a clases por la pandemia, permanecían en el local.

“Uno como quiera, tu ya viviste, pero ¿Y los niños?”, comenta Alfredo, quien trasladó su puesto de reparación y refacciones a las carpas.

Exigen dictamen de seguridad

Don Floriberto, quien atiende la pollería “Dany”, muestra el local donde su esposa vendía memelas: un cuarto de unos 2 por 4 metros donde la humedad ha cuarteado el piso y las paredes, mientras que se aprecia el resquebrajamiento de la techumbre llena de cochambre.

El comerciante cuenta que dicho puesto pasó a su mujer, Olivia, por parte de su abuela, por lo que, sostuvo, fueron de los primeros en construir un local en dicho mercado; “Cada quien lo construyó de acuerdo con sus necesidades”, comentó, al referir que ellos no realizaron estudios técnicos o de piso para levantar sus locales.

Don Floriberto retomó las palabras de Alejandro, al demandar que se garantice su seguridad para volver al inmueble; no obstante, señaló que “Ellos (el gobierno) vinieron y te convencieron, ahora, que nos convenzan para regresar”.

“Nosotros no regresaríamos, definitivamente, hasta que nos demostraran un estudio de todo el mercado, porque si te das cuenta no hay condiciones, el techo está a punto de colapsar el piso se está cuarteando, ¿Porque si no hay uso? No regresaríamos hasta que se nos presente un proyecto que tenemos las condiciones adecuadas que están bien”, coincidieron ambos locatarios.

El comerciante estimó que, tras dejar sus locales casi cinco meses, siendo que en marzo fueron trasladados a las carpas, tendrán que reinvertir unos 20 mil pesos para volver: “piso nuevo, un colado no te sale en 5 mil, hasta 30 mil pesos y nosotros no tendríamos por las condiciones de la pandemia”, señaló.

Nosotros no pedimos el proyecto

Luz María Aguilar, quien se presentó como integrante de la mesa directiva del mercado, sostuvo que los comerciantes no fueron quienes pidieron la intervención del inmueble, en cambio, fue el gobierno quien lo ofreció, por lo que ellos lo aceptaron.

Cuestionada respecto al eventual regreso a sus locales, como lo ha adelantado el ayuntamiento de Puebla, la mujer mencionó que ellos necesitan la certeza de que el inmueble, pese a su deterioro, no representa algún peligro: “Que se hagan responsables por lo que llegue a pasar y que nos cumplan lo que nos vinieron a prometer”.

Acusó que los detractores de la obra, quienes consiguieron frenar el proyecto a base de juicios de amparo ante un juez, son personas que no quieren que se regularice el mercado, pues en algunos casos fueron pasados sin el trámite legal, mientras que insistió en que “son la mayoría”, pues a los opositores se les alió la agrupación 28 de Octubre, que integra -en su mayoría- vendedores ambulantes.

Director general y fundador del portal de noticias Ángulo 7. Es originario de Puebla y estudió Ciencias y Técnicas de la Comunicación en la Universidad Cuauhtémoc. Ha sido reportero en los periódicos...

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