En la Edad Media el poder era concentrado en una sola persona, el monarca o regente, que tenía el poder absoluto y al que podría verse como un ser que dirigía por “gracia de Dios”. En consecuencia, no era cuestionado.

Conforme avanzó el tiempo se consolidó el constitucionalismo y se conformó el Estado liberal de derecho, cuyo principio se basaba en la división de poderes. Eso ocurrió en Europa alrededor del siglo XVIII.

Esta división de poderes se vio reflejada después en los estados americanos. Tras la independencia de México en 1810 se experimentaron formas de gobierno como la República Central y la Monarquía Constitucional, prevaleciendo la República Federal, después la Constitución de Apatzingán de 1814 reflejó la división de poderes.

Siguieron la Constitución de 1824, aunque con facultades del Poder Ejecutivo por encima de otros órganos, la de 1857 y la de 1917, ésta última consagró la división de poderes en la que se establecieron diversas competencias y ha servido como transformadora del país.

Es gracias a esta división, lograda a través de muchos siglos, como se mantiene el equilibrio de poder en México y una sana gobernanza; sin embargo, los recientes ataques que ha sufrido el Poder Judicial por parte del Ejecutivo muestran el lado más autoritario de este último y la intención de regresar a una forma presidencialista de Gobierno, o bien, monárquica.

La suspensión de la Ley de la Industria Eléctrica por parte de un juez 24 horas después de que entrara en vigor y las siguientes suspensiones que se derivaron del hecho de que la reforma afecta la libre competencia en el país, son decisiones que tendrían que respetarse por los otros dos poderes por causa de su autonomía; sin embargo, esta vez no ha sido así.

Ferviente partidario del control absoluto y apoyado con todos los reflectores, el titular del Poder Ejecutivo no sólo intimidó al juez con la advertencia de realizar una solicitud de apertura de una investigación ante el Consejo de la Judicatura, sino que envió una carta al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, considerando que la suspensión se dio de manera veloz.

Además, el presidente de México ha advertido que si la Ley en materia eléctrica es inconstitucional cambiará la Constitución en un claro ejemplo de que la división de poderes se ha vuelto casi inexistente y que el único bastión que da equilibrio es el Poder Judicial que está sufriendo actualmente hostigamiento del mandatario, que más bien se comporta como monarca de la Edad Media en pleno siglo XXI.

@MaritzaMena7

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