Desde 2017, el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca ha usado a las empresas fantasmas Inmobiliaria RC Tamaulipas, Barca de Reynosa y T Seis Doce para el “lavado de activos” con contratos por obras inconclusas y compra de inmuebles.
Así lo señala una investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que es parte de la solicitud de desafuero contra el mandatario panista que la Fiscalía General de la República (FGR) presentó la semana pasada ante la Cámara de Diputados.
De acuerdo con el documento, filtrado a Milenio y publicado hoy por este medio, las utilidades de dichas compañías se dispararon a partir de 2017, cuando García Cabeza de Vaca llegó al poder.
Esto, mediante obras que no se realizaron, adjudicaciones inconclusas y con la compraventa de una casa en Santa Fe, en la Ciudad de México.
De las tres firmas, ninguna contaba con trabajadores inscritos en el IMSS al momento de la investigación, y reportaban declaraciones en ceros ante el SAT.
Sin embargo, Inmobiliaria RC Tamaulipas obtuvo de manera directa dos contratos por 48 millones 634 mil pesos para la construcción de un centro de justicia en Reynosa y una unidad de docencia para la entidad, los cuales no se han concluido.
Barca de Reynosa ganó una licitación por 5 millones 948 mil pesos para la pavimentación de las calles Cerro del Cubilete en la Colonia Almaguer y Hierro, en la colonia Villas de La Joya, ambas ubicadas en Reynosa.
“T Seis Doce” tiene dirección fiscal en un taller mecánico. De 2014 a 2019, declaró “en ceros sus ejercicios fiscales ante el SAT”.
El medio recordó que el 17 de diciembre de 2013, cuando García Cabeza de Vaca era senador, compró un departamento en Santa Fe por 14 millones 380 mil pesos. Seis años después, el 17 de diciembre de 2019, lo vendió a T Seis Doce por un precio de 42 millones 113 mil pesos.
Pero la empresa depositó a García Cabeza de Vaca otros 33 millones 400 mil pesos, que la UIF consideró “que puede presentar un acto que sugiera un conflicto de interés no reportado”.