El Gobierno en México comenzó este miércoles la primera etapa del Nuevo Modelo Laboral, el cual se aplicará en ocho estados, con base en tres “pilares”: una nueva justicia laboral, democracia sindical y la negociación colectiva de los contratos.
Lo anterior, en ceremonia realizada en Palacio Nacional, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien afirmó que la nueva reforma laboral responde a las condiciones del nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Refirió que, a pesar “de las diferencias y las dudas”, se llegó a un acuerdo con los sectores obrero y empresarial, así como con el Poder Judicial para la creación de tribunales especializados en controversias laborales.
Por su parte, la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján, recordó que la aplicación del nuevo modelo laboral iniciará en Campeche, Chiapas, Durango, Hidalgo, México, San Luis Potosí, Tabasco y Zacatecas.
En cuanto la justicia laboral, refirió que en la resolución de los conflictos entre obrero y patrón podía tardar hasta cuatro años, con juicios parciales en las juntas de conciliación, recursos dilatorios y coyotaje.
En cambio, la nueva ley establece 45 días para una conciliación entre las parte. Si no se resuelve el conflicto, entonces el asunto pasará a los tribunales especializados donde se tendrá que tomar una decisión en no más de seis meses.
Voto libre y secreto en los sindicatos
Sobre la democracia sindical, la funcionaria señaló que esta incluye voto personal, libre, directo y secreto de los trabajadores, proporcionalidad de género en las directivas sindicales, transparencia y rendición de cuentas, así como verificación de la autoridad de procesos democráticos
Remarcó que antes había procesos limitados con votaciones a mano alzada, trabajadores forzados a pertenecer a algún sindicato.
Respecto a la negociación colectiva, indicó que busca acabar con los contratos de protección que no se revisaban o estaban inactivos, así como sindicatos que extorsionaban a empleadores.
Ahora, los contratos colectivos deberán ser conocidos y aprobados por los trabajadores. Así, tendrán que contar con el respaldo del al menos 30 por ciento de trabajadores. Además, habrá revisiones contractuales cada dos años
