Los gobiernos federal, de Puebla y Tlaxcala firmaron un convenio para el saneamiento del río Atoyac, por lo que el gobernador Miguel Barbosa Huerta señaló que los municipios colindantes deberán colaborar para evitar que industrias contaminen.
Durante la celebración del convenio, el mandatario poblano señaló que el tema del Atoyac fue tocado en pasadas administraciones sin una atención efectiva, pero que las acciones fueron “afectadas por la corrupción”, lo que generó que en la parte correspondiente a Puebla y en Zahuapan –como así se le conoce en Tlaxcala–, la contaminación provocara enfermedades en la población
“Se utilizó este tema para gestionar recursos federales, locales, y hacer acciones que nunca sirvieron o que simplemente no existieron”, subrayó.
Refirió que con el convenio de saneamiento entre Puebla y Tlaxcala, se requerirá “la colaboración de los municipios” que colinden con el río, para evitar la contaminación por parte de granjas, talleres y zonas industriales.
“Podemos hacer cualquier acción de limpieza, pero si no evitamos que se siga contaminando, simplemente no habrá ningún paso adelante”, comentó.
Construirán 10 km de recolectores
Blanca Jiménez Cisneros, directora de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), puntualizó que para dichas labores, construirán 10 kilómetros de colectores y subcolectores, así como 60 sistemas de saneamiento con biodigestores en Huejotzingo y Tlahuapan, mientras que implementarán más sistemas de saneamiento no convencional para atender zonas rurales y de bajos recursos.
“Es importante resaltar que este convenio no debe quedar en la firma de uno solo. Es un convenio que nos debe motivar a implementar acciones inmediatamente. Si bien hemos estado colaborando de forma informal con diversos gobiernos del estado, esta vez podemos hacerlo a lo largo de un solo eje”, comentó.
Por su parte, la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), María Luisa Albores González, refirió que la contaminación ha afectado directamente a habitantes de Huejotzingo y San Martín Texmelucan, en Puebla, así como a gente de Ixtacuixtla, Nativitas y Atlangatepec, en el vecino estado.
También, que en 2016, el 37 por ciento del volumen de aguas residuales que se juntaron en el sistema de alcantarillado quedaron libres en el ambiente, contaminando cuerpos de agua, suelos y acuíferos, ocasionando que dicho porcentaje fuera ingerido por habitantes.
Al respecto, cabe resaltar que en 2019, el ayuntamiento de Puebla presentó un informe que arrojó una alta contaminación por aguas residuales, debido a un deficiente tratamiento de cinco puntos de la capital.