El río Atoyac presenta alta contaminación por aguas residuales sin adecuado tratamiento en cinco sitios, incluidos aquellos donde recibe las descargas de las plantas tratadoras Barranca del Conde, San Francisco y Atoyac Sur, a cargo de Agua de Puebla.
Así lo muestran dos informes de resultados, correspondientes a los periodos Febrero-Marzo y Junio de 2019, de la campaña de monitoreo prospectivo del Índice de Calidad de Agua del Río Atoyac (ICCA), emprendida por Secretaría de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad del ayuntamiento de Puebla.
Los cinco puntos de muestreo para el estudio fueron los siguientes: a la altura del río Covadonga, donde el río entra a Puebla capital desde Tlaxcala (AT1); Barranca del Conde, antes de la descargas de planta homónima (AT2); confluencia con el río y la planta San Francisco (AT3); después de la planta Atoyac Sur (AT4); Ampliación Antorchista, antes de llegar a la presa de Valsequillo (AT5).
De acuerdo con el documento, que se obtuvo mediante una solicitud de transparencia realizada por el colectivo Hermanos Serdán y al cual tuvo acceso Ángulo 7, durante la primera medición, la polución del agua en dichas zonas osciló entre 55.70 y 67.75 puntos del ICCA, cifras que están dentro del rango de “contaminado”.
Lo anterior quiere decir que la contaminación rebasó por más de 30 puntos el nivel de protección a la vida acuática, que es de 20 puntos. Además, indica que la polución no disminuye en las zonas donde el río recibe las aguas tratadas por las plantas mencionadas, sino que aumenta exponencialmente.
Va aumentando polución pese a tratadoras
En la zona donde el cuerpo hídrico confluye con la primera tratadora, Barranca del Conde, se registran 55.70 puntos, pero en la segunda, San Francisco, asciende a 65.13, y en la tercera llega a 67.75, el máximo nivel registrado en la medición de febrero a marzo.
El segundo informe señala niveles de contaminación aún más altos, pues van de los 74.52 puntos cuando el río entra al municipio de Puebla a los 77.46 al llegar a la presa Valsequillo.
Para ponderar la contaminación, el monitoreo toma en cuenta la Demanda Química de Oxígeno, los Sólidos Suspendidos y Potencial Hidrógeno (PH), los cuales –precisa el documento— aumentan por las aguas recibidas de las plantas, de colectores fracturados y canales aledaños, así como por la topografía del terreno.
La conclusión de ambas mediciones es la misma: “los resultados reflejan la contaminación presente por la descarga de aguas residuales sin el adecuado tratamiento”.
Cabe recordar que, apenas del 20 de agosto, ambientalistas señalaron que la planta tratadora número cuatro de Agua de Puebla, conocida como San Francisco, es el origen de la espuma tóxica que cubre la presa de Valsequillo.
Piden a Esparza dejar consejo de Soapap
Por su parte, el Frente en Defensa del Derecho Humano al Agua, que agrupa a diversas organizaciones civiles, pidió, en voz de Gerardo Pérez Muñoz, que Alfonso Esparza Ortíz renuncie al consejo del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (Soapap).
En rueda de prensa celebrada este miércoles, el activista también urgió que la universidad establezca las siguientes líneas de estudio: a) Agua; b) Soberanía alimentaria; c) Sistemas socioambientales y sustentabilidad; d) Desarrollo urbano sustentable; e) Salud; f) Transición energética y cambio climático.
También planteó impulsar las materias de Derecho Ambiental y Derechos de los pueblos indígenas.
