PrimerPlano-LoQueDicenLasColumnasDe-Puebla

Dinero ilegal y elecciones en Puebla

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, indica que ¿Cómo llamar a un sistema electoral como el mexicano o el poblano donde los gobernantes no surgen, en estricto sentido, de una elección democrática, sino de un sofisticado proceso de manipulación electoral?

¿Qué Reforma Electoral tendría que hacerse para que las elecciones las ganaran los candidatos mejor evaluados o con el más amplio respaldo popular, y no maquinarias y estructuras electorales financiadas con dinero ilegal, capaces de inclinar la balanza manipulando o movilizando clientelas o electores que venden su voto al mejor postor?

¿Qué sentido tiene fijar topes de campaña y destinar millones de pesos al financiamiento público de partidos políticos y otros tantos millones a la vigilancia y fiscalización de sus gastos, si al final los topes no se respetan y el dinero bajo la mesa representa 15 o hasta 25 veces más el financiamiento legal autorizado, y los responsables de estos abusos y excesos jamás son sancionados?

¿Podrán los operadores electorales del gobernador Luis Miguel Barbosa ganar los comicios intermedios de 2021, como lo hicieron aquellos que en 2019 actuaron a su favor en las elecciones extraordinarias de junio pasado, tras la sorpresiva muerte de la gobernadora Martha Erika Alonso?

¿Quién será en la Cuarta Transformación poblana el ingeniero electoral estrella, es decir el Efraín Trujeque de Guillermo Jiménez Morales, el Pepe Alarcón de Mariano Piña Olaya, el Morfín Patraca de Manuel Bartlett, el Omar Blancarte de Mario Marín y el Eukid Castañón de Rafael Moreno Valle?

Aquí la columna completa

Nula coordinación institucional… y otros trascendidos

Jorge Rodríguez en su columna A Puerta Cerrada, publicada en El Sol de Puebla, indica que la falta de coordinación institucional para atender los problemas derivados de la pandemia por coronavirus ha sido el sello de la casa en el estado de Puebla. Ahora se sabe que, además de no tener trabajo mancomunado con el ayuntamiento de Puebla y con la BUAP, de la que depende el Hospital Universitario, la administración estatal tampoco lo ha tenido con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El gobierno del estado pelea con su ejército por su lado; el gobierno municipal hace lo mismo; el HU, del que dependen algunos miles de derechohabientes, igual, y el IMSS, que atiende a la gran mayoría de los empleados (y a sus familias) que trabajan para el sector empresarial, está en la misma ruta, aislado, solo siguiendo instrucciones y reportándose a la Ciudad de México, con su director general.

Esperemos que por eso se haya ido Jorge Humberto Uribe Téllez de la Secretaría de Salud del gobierno estatal, y no solo por los regaños que le ponía Barbosa a diario en las conferencias mañaneras, en directo, por su incapacidad para aglutinar los esfuerzos de todas las instituciones que atienden a los poblanos enfermos de Covid-19, y que José Antonio Martínez García, el relevo, pueda hacerlo en el futuro inmediato, pese a las fobias de su jefe el gobernador.

Cómo puede ser que, ante tal emergencia sanitaria, la que se agudizará en las próximas semanas, apenas se hayan enterado en Casa Aguayo que el IMSS no reportaba sus casos registrados ni sus defunciones, y que esa falta de información se tolerara sin problema alguno.

Así cualquiera se preocupa, porque desconfía de todo lo demás que se tiene que hacer desde la administración pública para combatir la pandemia.

Aquí la columna completa

Integrantes del Sistema Anticorrupción exhiben en redes sociales su odio a la 4T y su apego al PAN

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que ayer por segunda vez, en menos de una semana, los integrantes del desacreditado Comité de Participación Ciudadana (CPC) del Sistema Estatal Anticorrupción han emitido sendos documentos para exhibir su cinismo e incongruencia, que raya en un comportamiento perverso y degradante. Ellos sostienen que: son ajenos a cualquier partido o grupo de interés, en particular del PAN, y decir lo contrario es una ofensa e infundio. Sin embargo, si se revisa sus redes sociales, es fácil percatarse que el grueso de sus mensajes que ellos escriben o que replican tienen dos características esenciales: los autores son dirigentes o legisladores del Partido Acción Nacional o son de furibundos detractores de la 4T, como Javier Lozano Alarcón y Enrique Cárdenas Sánchez.

Son públicos sus mensajes en redes sociales, por lo que resulta absurdo que en sus ciberespacios se muestran abiertamente propanistas y anti–4T y en su papel de integrantes de la CPC, se sienten agraviados porque se les mencione lo que es obvio, que ellos por su origen morenovallista están prendidos a los intereses de la derecha.

El tema de fondo no es que sean partidarios o críticos de los gobiernos de la 4T, del PAN, del PRI o de cualquier fuerza política. El problema es que en su condición de dirigir un órgano destinado a crear índices de problemas de corrupción, denunciar abusos del sector público y proponer soluciones a los mismos, tiene que ser imparciales y no jugar a beneficiar o dañar alguna representación partidista. Por eso, es necesario demandar la pronta remoción de los miembros del CPC por no cumplir con los requisitos de ser imparciales y éticos en su desempeño.

Aparte de que han sido holgazanes, porque en los últimos años su trabajo se redujo a no hacer nada y cobrar sueldos similares al de un magistrado del Tribunal Superior de Justicia. Y eso es ante todo: corrupción.

Para dar sustento a lo anterior, este columnista le réplica –ver las imágenes– algunos mensajes que tomó al azar de las redes sociales de los comisionados del CPC.

Aquí la columna completa

El Covid puso en jaque a Puebla

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que nuevamente las cifras del doctor Hugo López-Gatell fueron desnudadas como viles mentiras. Aunque cada noche se esmera en decirnos que en Puebla existe una disponibilidad de camas hospitalarias de más del 40 por ciento, ayer, durante la conferencia de prensa matutina el secretario de Salud en Puebla, Antonio Martínez García, informó el verdadero porcentaje de ocupación de los hospitales Covid en Puebla y el área metropolitana, que es donde realmente se concentran los casos de contagiados.

Con claridad, Martínez García recordó que las cifras que presenta la federación son un promedio que incluye a inmuebles médicos del interior del estado y cuya ocupación oscila entre 15 y 46 por ciento, cifras muy alejadas a lo que se padece en la zona metropolitana de Puebla y que ha sido documentado por Intolerancia Diario.

En resumen reportó una ocupación del 97 por ciento en el Hospital General de Cholula, el primero que se habilitó para atender exclusivamente a pacientes con coronavirus, 91 por ciento en el nosocomio de Traumatología y Ortopedia y 80 por ciento en el hospital de Huejotzingo.

Instantes después el propio Miguel Barbosa reconoció que dicho así, sonaba alarmante, y recordó que su gobierno ya trabaja en la reconversión de CESSA´s y hospitales para hacer frente a las necesidades de las y los poblanos.

Es claro que ante las acciones de irresponsabilidad que muchos poblanos toman, como organizar pachangas, inauguraciones, torneos de futbol y no usar el cubrebocas, el gobierno del estado está tomando cartas en el asunto y por ello se trabaja en la reconversión de 120 camas en 10 CESSA´s y el Hospital de Atlixco pero ¿Cuánto más podrá estirar la liga Miguel Barbosa antes de que ésta reviente y se colapse el sistema hospitalario?

Aquí la columna completa

incendios forestales