De acuerdo con la reciente modificación a la Ley 141 de Sudán, cualquier persona, incluidos los empleados de instituciones de salud, que realicen la mutilación genital femenina (que impide el obtener placer sexual) podrá ser condenado hasta con tres años de cárcel.
Algunas organizaciones de activistas antimutilación han recibido la noticia con alegría, sin embargo han advertido que la eliminación de estas prácticas, todavía tomará tiempo y será complicada.
De acuerdo con las ONGs, las comunidades sudanesas ven la mutilación femenina como un paso necesario para garantizar el matrimonio de las mujeres, además, habrá quienes, a pesar de saber que esta práctica se sigue realizando, no se sentirán seguros para denunciarlo o algunas comunidades podrán ocultar que continúan mutilando a las niñas.
La mutilación genital, o ablación implica distintos tipos de cortes vaginales: la eliminación total o parcial del clítoris, la eliminación del clítoris junto con los labios vaginales internos, con o sin los labios externos, corte o extracción de una parte o la totalidad de los genitales externos y costuras o estrechamiento de la abertura vaginal además de otros daños a la vagina como la quema o el raspado de la zona.
Además de representan un intenso dolor para las víctimas durante el proceso, también provocan problemas al orinar, dolor al momento de tener relaciones sexuales durante el resto de su vida e importantes complicaciones al momento de dar a luz. Lo que puede resultar en la muerte de la madre, algunas mujeres mueres desangradas durante la mutilación o en días posteriores por infecciones.
Respecto a las razones para realizar estos actos de violencia se ha identificado que algunas poblaciones identifican la mutilación femenina como una manera de preservar el honor de la familia., 0tras lo consideran un rito de transición entre la infancia y la madurez, unas más lo hacen por cuestiones religiosas, aunque la ONU, no han identificado textos religiosos que hablen de la mutilación femenina.
Finalmente, en muchos de los casos, solo es una manera de controlar la sexualidad de las mujeres, impidiéndoles obtener placer sexual, es decir por ideas propias del machismo.
Fuente: Forbes México
