Ricos y famosos con posible contagio de Covid-19
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, indica que no lo cuente en voz alta, pero me hacen saber de primera mano que el ex diputado federal Eukid Castañón Herrera podría haberse contagiado de coronavirus como consecuencia de los cambios de celda a que ha estado expuesto y su convivencia con internos enfermos mayores de 60 años, cuando fue transferido del área de visita íntima a los dormitorios de la zona F y después al dormitorio A-9.
El riesgo es tan real que este miércoles fue aislado en un cuarto de visita íntima y personal de la Secretaría de Salud se presentó para tomarle una muestra que confirmará o desechará si el otrora poderoso operador morenovallista está contagiado de Covid-19.
De la situación de Eukid Castañón ya tienen conocimiento sus familiares, pero éstos no han podido visitarlo, ni tener comunicación con él, ya que las visitas al Cereso están restringidas y él fue aislado del resto de la población del penal en prevención de posibles contagios.
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Trivia:
¿Qué subsecretario del gobierno del estado, cuyos familiares aprovecharon el puente de mediados de marzo para irse de paseo a Nueva York — podría estar contagiado de coronavirus?
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Rodrigo Abdala, el delegado que va en contra de la emergencia sanitaria
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, señala que Rodrigo Abdala Dartigues se ha destacado por dos aspectos fundamentales: es un político poco leal a Morena en Puebla, que es su partido político, y es un funcionario ausente y errático, en su papel de delegado del gobierno federal. Sin embargo, ahora ha rebasado el límite de lo tolerable, al ir en contra de los preceptos básicos de la emergencia sanitaria ordena por la presidencia de la República.
No es un asunto menor, luego de una importante caída –en niveles recuperables– de la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador, el futuro del prestigio del presidente de la República depende en mucho de la capacidad que su administración muestre en la actual contingencia sanitaria, que ha entrado en la fase crítica.
Si la situación se sale de control, tal como pasó en Italia, o se agrava a los niveles de Estados Unidos o España, será muy complejo mantener los actuales niveles de aceptación que tiene el presidente de México. Aunque no sea su responsabilidad directa la expansión del Covid–19. Y por el contrario, si se consigue que en el país el problema crezca en índices bajos o moderados –como ha venido ocurriendo–, el panorama para el líder de la 4T será muy favorable.
Eso no lo entiende Rodrigo Abdala o al revés, parece que busca contribuir a minar la popularidad del presidente López Obrador. Son las dos únicas lecturas que se puede dar a su reciente comportamiento como delegado federal de los programas sociales del gobierno de la República.
Desde hace varios días, ha sido un escándalo que cientos de personas de la tercera edad han sido obligadas a hacer eternas filas, en el frío o el sol, sin respetar la “sana distancia”, la prohibición de hacer reuniones de más de 50 personas y otras medidas para prevenir el contagio de coronavirus. Son los beneficiarios del programa “68 y Más”.
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El oportunismo político, peor que el Coronavirus
Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, indica que nada peor que una pandemia sanitaria es el oportunismo político.
Es el caso del impresentable diputado local, Gerardo Islas Maldonado, quien ofrece una reducción del 50 por ciento de su dieta para canalizar el dinero a las acciones contra el coronavirus.
¡Vaya desfachatez de este morenovallista!
Antes de andar de oportunista debería de terminar de liquidar al personal de Sexenio. Es la hora en que administrativos e impresores siguen en espera de su salario, desde la última semana de enero.
Islas no les da la cara, menos toma la llamada. Y sus ex trabajadores y empleados a joderse en plena pandemia.
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Afrenta a las Fuerzas Armadas, otra vez
Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, señala que al interior del Ejército y de la Marina Armada de México, no gustó nada el saludo presidencial a la madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien por décadas ha sido el responsable de causar la muerte de miles de soldados y marinos.
La deferencia, el trato amable que López Obrador tuvo con esta mujer, no lo ha tenido con las viudas o los huérfanos de quienes han perdido la vida enfrentando al Cártel de Sinaloa.
Para algunos miembros de la élite militar mexicana la lectura es clara: el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas trata mejor al enemigo que a los de casa.
Hace un par de días, el portal La Silla Rota, publicó una carta enviada por soldados y marinos, que va dirigida al presidente López Obrador y los secretarios, de la Defensa Nacional y de Marina.
En el texto, hay párrafos muy claros, contundentes, que reflejan el descontento de una parte de quienes son parte de la vida castrense del país, por las condiciones actuales en las que están desarrollando su labor.
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2020: el año de la tragedia y el mundo poscoronavirus
Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada Diario Cambio, indica que este 2020, el próximo 2021, tendremos una acumulación de tragedias en México quizá como no las vemos desde hace un siglo con las secuelas de la Revolución Mexicana.
El mundo entero, no sólo México, va a dar varios pasos para atrás. La globalización será la primera víctima, la sociedad líquida dibujada por Zygmunt Bauman será el daño colateral.
No sabemos cómo será el mundo que viene marcado por el paradigma de la bioseguridad, pero sabemos que no será como el mundo feliz del consumismo que dejamos atrás.
Un mundo nuevo forjado por los miles de muertos que dejará COVID-19. La ciencia necesitará más tiempo para entender el comportamiento del virus. Los científicos se van a retrasar porque hay que volver a empezar.
¿Por qué? Porque según un informe de la Inteligencia de Estados Unidos publicado ayer en Bloomberg, China le mintió al mundo sobre el número de casos y de muertos. Como son una dictadura, sin democracia ni libertad de prensa, no hay forma de comprobar el comportamiento de la pandemia.
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