Cállese que aquí no es circo
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que a continuación le voy a mostrar un video que muestra el comportamiento de Ricardo Antonio García Guzmán en una licitación pública nacional convocada por la Secretaría de Administración del gobierno del estado, cuando uno de los representantes de las empresas licitantes se inconforma en la apertura de propuestas técnicas y otro, cuya compañía es descalificada, exige continuar en la etapa de apertura de propuestas económicas.
La sesión corresponde a la licitación pública nacional Gesal-019-100/2020 para el Servicio de impresión de formas oficiales valoradas y de reproducción restringida con la imagen institucional del gobierno y la Fiscalía General del Estado, cuyo fallo se dará este miércoles.
Se trata de una licitación que podría rondar los 101 millones de pesos.
La junta se llevó a cabo el pasado viernes y fue presidida por Ricardo Antonio Guzmán, en representación de la Secretaría de Administración, en calidad de encargado de despacho de la Dirección de Adquisiciones de Bienes y Servicios.
Como se muestra en el video el funcionario alza la voz, calla y amenaza a uno de los licitantes diciéndole que no está en un circo, amén de que trata de impedirle su permanencia en la sesión, arguyendo que la etapa de propuestas técnicas ya terminó y no puede continuar en la etapa de apertura de propuestas económicas.
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Entre la insensatez y la audacia enfrenta Morena el Covid–19
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que faltando seis meses para que formalmente inicie el proceso electoral 2020–2021, a estas alturas es muy difícil saber si en Morena, en el movimiento lopezobradorista, hay audacia o insensatez, si hay extravío o un cálculo certero de los escenarios que se avecinan, pues las divisiones y confrontaciones que acechan a la 4T, junto con la forma que se aborda la pandemia del Covid–19, se empiezan a percibir como dos factores determinantes para que en los comicios del 3 de julio del año entrante los morenistas sufran un golpe mortal a su dominio político en Puebla y en la mayor parte del país.
De pronto se tiene la percepción de que los legisladores, activistas y gobiernos de Morena no tienen certeza de que en un año y 4 meses habrá elección y que, en estos meses de 2020, se tendría que estar viendo el mayor lucimiento de las administraciones de la 4T, algo que no ocurre, pues los ofuscan sus guerras internas y la forma en que se minimizan problemas muy sensibles para la población.
Un asunto que no se tiene claro en el conjunto de los gobiernos de Morena es lo que ayer advirtió la Organización Mundial de la Salud, de que la pandemia del coronavirus está empezando a tomar un ritmo muy acelerado. Los números son contundentes: en 67 días hubo en el mundo 100 mil contagiados de Covid–19, pero luego en 11 días se llegó a los 200 mil casos positivos de dicho virus y en 4 días las cifras rebasaron los 300 mil enfermos, de los cuales 16 mil ya fallecieron.
En ese sentido, resulta contradictorio que por un lado autoridades emanadas de todos los partidos, entre ellos muchos morenistas, junto con Hugo LópezGattel, el subsecretario de Salud, se esté impulsando una agresiva estrategia para frenar la mayor cantidad de actividades públicas –para evitar contagios masivos– y por el otro lado, el presidente Andrés Manuel López Obrador exprese que todavía se puede salir a la calle, que él avisara cuando ya no es prudente dejar el confinamiento del hogar.
También que por un lado el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, en reacción a la primera victima mortal de la pandemia en su estado, haya tomado la determinación radical de cerrar los contactos aeroportuarios de esa entidad con países que están en la crisis del Covid–19, y por el otro extremo, en el gobierno federal haya reticencia a frenar los vuelos internacionales y las entradas por mar y tierra.
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El Jefe Tlachi
Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, señala que el hilo siempre se rompe por lo más delgado.
Ya lo tienen en la mira.
Se le vincula a la protección de delincuentes y narcomenudeo en la ciudad de Puebla. Es la mano que mece la cuna.
Fuentes policiacas aseguran que será de los primeros en caer, más por las acusaciones de jefes de la mafia local que lo han señalado de brindarles protección, que por su evidente pasado morenovallista.
Se llama José Tlachi Meneses.
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Morenovallistas ¿todos?
Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, indica que Rafael Moreno Valle llevó a cabo una estrategia de “control total”, que tenía el objetivo de ejercer el poder absoluto del que gozó como gobernador de Puebla.
Para lograrlo, tuvo que echar mano de políticos, operadores y servidores públicos de todos los partidos, ideologías y grupos.
De izquierdas, derechas, centro y cualquier otra posición del amplio espectro de la geometría política, ya sea por convencimiento, interés económico, amenazas o supervivencia, se sumaron al proyecto que prometía un cambio radical para Puebla.
Y no fueron pocos, al contrario.
Fueron integrados al servicio público estatal o bien al de los diferentes municipios controlados por el grupo en el poder.
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Pandemia Rivera Vivanco
Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada Diario Cambio, señala que “¡Jesucristo vencedor, aplaca tu ira y tu rigor!” Como dice Doña Lucha, hay que rogarle a Diosito que ya le pare, porque parece que a los poblanos nos trae entre ojos.
¿Qué te hicimos si nosotros también somos tus hijos?
Mientras en todo el mundo se lucha contra el COVID-19, Puebla es el único lugar del mundo que enfrenta dos pandemias.
Una pandemia es el coronavirus, la otra es Claudia Rivera Vivanco.
No se sabe cuál es más perniciosa.
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