Tras cuatro días de marchar desde Cuernavaca, Morelos, la Caminata por la Paz arribó a la Ciudad de México y realizó un mitin en el zócalo, frente a palacio Nacional, donde sus integrantes exigieron al gobierno federal una política de Estado contra la violencia.
A través de una carta dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador, leída por Javier Sicilia Zardain, uno de los organizadores de la movilización, manifestaron su desacuerdo con la estrategia de seguridad de su administración.
“Redujeron la tragedia y el dolor a un problema de seguridad. Ni los balazos, ni los abrazos: una política de Estado del tamaño del horror y el sufrimiento que hemos traído en estos cuatro días”, expresaron.
Por ello, tanto Sicilia Zardain como la familia LeBarón, los líderes de la marcha, rechazaron reunirse con el gabinete de seguridad, encabezado por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, a quien López Obrador encargó recibirlos, pues él se negó a hacerlo personalmente.
No obstante, Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad, dio a conocer que el gabinete sí dialogó con una comisión de representantes de la marchas.
En tanto, Adrián LeBarón llamó a la reconciliación y a la unidad de los mexicanos, luego de que un grupo de manifestantes los recibió en el zócalo con consignas en contra de su familia y del movimiento.
“No somos chairos, ni fifís, ni conservadores, ni de la izquierda. Somos seres humanos luchando por vivir”, expuso.
