Arrancó el 2020 y los partidos políticos no entienden los retos que tienen para los siguientes meses, con el objetivo de consolidarse para tratar de ganar algunas de las posiciones que estarán en disputa.

Vamos por partes.

Morena inició su año sin un padrón actualizado de militantes y con ello no renovará a corto plazo la dirigencia estatal del partido, que se caracteriza por tener un delegado presidente que en lugar de unificar a las bases, solamente las divide.

Me refiero a Mario Bracamonte González, quien por cierto, también sueña de manera oficial con la presidencia del partido.

No descarte que en caso de un proceso de renovación, los militantes de Morena que sueñan con la presidencia del partido, entre ellos Mario Bracamonte, se despedacen por tratar de llegar a dicha posición.

Y de Morena nos cambiamos al PAN.

El PAN también tiene un escenario difícil para los siguientes meses, pues no entiende que sus críticas hacia los gobiernos estatal y municipales de Morena, no son el antídoto para posicionarse rumbo al 2021.

Antes de acabar el año, existió un pacto entre yunquistas y morenovallistas para proteger la unidad del PAN al menos hasta mediados de 2020, pues será en ese momento cuando varios personajes empiecen a revelar sus intenciones de aparecer en las boletas electorales.

Esos personajes saben que tienen un problema que frenarían sus aspiraciones y se llama Genoveva Huerta Villegas, presidenta del PAN estatal, de quien afirma se convierte en una piedra en el zapato, ya que no consolida, al igual que Morena, a las estructuras del albiazul en Puebla.

Finalmente hablaremos del desinflado y moribundo PRI.

El PRI sabe que no tiene condiciones de ganar las principales alcaldías del estado de Puebla en 2021.

El PRI sabe que tampoco tiene los cuadros competitivos para ganar las diputaciones locales y federales en disputa.

La verdadera pelea del PRI, será la matanza interna para amarrar una candidatura por la vía plurinominal y con ello, amarrar algunas posiciones en el Congreso del Estado y por qué no, en San Lázaro.

Pero quienes sueñan con una candidatura plurinominal saben que no tienen el camino fácil, pues Lorenzo Rivera Sosa, líder estatal del PRI, demuestra que primero son sus intereses personales, en lugar de los intereses del partido.

Es por eso que muchos, ya urgen un relevo de la dirigencia estatal del PRI, de lo contrario también verán enterradas sus aspiraciones para 2021.

O ustedes qué opinan.

Hasta aquí mi reporte.

Recuerden escribir a [email protected]

La frase

“Tras un recuento electoral, sólo importa quién es el ganador. Todos los demás son perdedores”.

Winston Churchill

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