Con asientos destrozados y despegados, cinta canela en lugar de un cristal y hasta alambre que sirve como sujetador de la ventanilla superior para que entre el aire es como se encuentran algunas unidades del transporte público, cuya tarifa tendrá un aumento.
De acuerdo con un recorrido realizado por Ángulo 7, se pudo observar las malas condiciones de los asientos de al final de la ruta JBS, conocida como “Morado”, pues ya se asoma el hule espuma y queda apenas la mitad de la tela que los recubre.
En otra imagen, se ve que dos de los asientos ya no tienen en qué sostenerse, pues su base de hierro está rota, lo que a su vez ocasiona que se recarguen en los de atrás y con ello impedir que esos lugares sean usados.
También resalta cómo uno de los vidrios de la puerta trasera, de una ruta 72, fue sustituido con cinta canela, que por cierto de un lado se está despegando por lo que se traspasa con más facilidad el aire.
Luego, en una ruta Libertad Cuauhtémoc, un alambre es usado para que una de las ventanillas de la parte superior, que sirven para que entre el aire, pueda cerrar, pues está sujetado a un pasamanos y el tubo de la parte trasera del microbús.
El mejorar las condiciones de las unidades del transporte público es una de las demandas de los ciudadanos para que se aumente la tarifa del trasporte público –-que pasaría de 6 a 8 pesos—.
De acuerdo con el gobernador Miguel Barbosa Huerta, el incremento estaría proyectado para después del 16 de septiembre, luego de más de 9 años sin que la tarifa de 6 pesos en microbuses se haya modificado.