Largas filas y compras de útiles escolares de última hora es lo que se vio en papelerías del Centro Histórico a un día del regreso a clases, mientras que comercios establecidos reportaron una baja del 20 por ciento por los ambulantes en las calles.
Este medio realizó un recorrido por esta zona del primer cuadro de la ciudad, principalmente en la calle 8 Oriente-Poniente, en el que se observó que desde temprana hora los padres de familia con lista en mano acudieron a los establecimientos para evitar las filas y no esperar mucho tiempo, aunque en algunos ya había, sobre todo en los que son de venta a mayoreo.
Al hacer un sondeo, los poblanos consultados señalaron que este 2019 se incrementaron los precios de los útiles hasta en un 20 por ciento, a diferencia del año pasado, por lo que las listas que compraron fueron de los 700 hasta 3 mil 500 pesos, dependiendo si es uno o dos niños o si es escuela pública o privada.
Por ejemplo, Claudia dijo que su hijo pasó de quinto a sexto grado en una escuela particular y consideró como “un robo” lo que le pidieron pues “son muchas cosas” que al final no se terminan, pero tuvo que gastarse 3 mil 500 pesos sin incluir la mochila.
Indicó que la lista de útiles va desde lapiceros, pegamento, libretas, libros, diccionario, rollos de papel higiénico, alcohol, gasas, curitas, etcétera, en lo que gastó 800 pesos más que el año pasado, pues compró libretas cocidas.
Precios de útiles suben año con año, dicen
En tanto, Lorena comentó que sus hijos son de nuevo ingreso en primaria y por los dos se gastó mil 800 pesos, 900 por cada uno, lo que consideró como “mucho”, ya que los precios están más elevados que en años anteriores y eso generó que pagara más.
Precisó que si bien le pidieron útiles que utilizarán como libretas, pinturas, lapiceros y demás, hubo otras que consideró es “mucho” y que no se terminarán como son hojas blancas, ya que le ordenaron 500, así como plumones de tres tipos y tres de cada uno, pero que sumando en cuenta la cantidad de alumnos, no se los acabará el maestro.
Por su parte, Yadira solo mencionó que erogó 2 mil 500 pesos, mil para su hijo de kínder y mil 500 para el de cuarto de primaria y consideró que los precios son más altos que en 2018, pues tan solo un libro de historia le costó 700 pesos.
Ruth mencionó que compró útiles con 900 pesos y si bien es menos que el año pasado, esto se debe a que su hijo pasó de segundo a tercero y no le pidieron tantas cosas, aunque eso no quita que los precios hayan subido, además de que afirmó que reciclará algunas cosas.
De igual forma, Alejandra comentó que le pidieron menos útiles porque pasó a sexto su hijo y sólo gastó como 700 pesos, cifra similar a la del año pasado, dado que también adquirió libretas de otro material para que les dure más.
Aunado a esto, la presencia del comercio informal es esta zona del primer cuadro de la ciudad fue notoria, algunos incluso a las afueras de las puertas de los comercios, ofreciendo desde lapiceras, colores, lápices, pegamento, etiquetas, estampas, hule y papel para forrar libretas con precios más bajos.
Ayuntamiento no garantizó ventas a comercios
Sobre este tema, José Juan Ayala Vázquez, presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico, lamentó que el ayuntamiento de Puebla no haya garantizado que la zona estuviera libre de vendedores informales, pues eso generará pérdidas económicas de al menos el 20 por ciento.
Y es que, dijo, al cierre de la temporada sólo se incrementarían las ventas en 30 por ciento, cuando se estimaba en 50 por ciento, por lo que mencionó que, si bien el aumento que tendrán será positivo, no suficiente.
Manifestó que si el gobierno municipal hubiera contenido el comercio informal y brindado las cuestiones de seguridad y de tránsito municipal para darle mayor fluidez a la zona, así como con operativos diarios todo el día y no solo de un rato, tendría otro resultado.
Sostuvo que el regreso a clases no significa sólo ingresos a papelerías, sino también a mercerías, zapaterías, tiendas de libros, de uniformes, de tecnología, pues “es muy amplia” la lista de útiles, por lo que hay beneficios para varios sectores.
“El que estén al pie de la entrada hace que muchas personas no tengan la conciencia que comprar en el comercio informal le hace daño a todos, lo hacen tal vez por no hacer fila. El apoyo no se vio, los operativos no nos sirvieron de nada en lo económico, la autoridad ya nos hecho a perder la temporada, esperemos que para fin de año no sea así”, concluyó.
