(Primera de dos partes)

El pasado fin de semana, en el marco del décimo segundo festival internacional de mentes brillantes conocido como Ciudad de las Ideas, estuvo en Puebla Tal Ben-Shahar, profesor de la Universidad de Harvard conocido por su popular curso sobre felicidad.

En su intervención destacó que uno de los factores clave para ser felices tiene que ver con la manera de relacionarnos con los demás. Como ejemplo, Tal Ben-Shahar se refirió a México como un país donde “el trato humano es de lo mejor”. Y es cierto: según el más reciente World Happiness Report de la ONU, México ocupó el puesto 23 entre los países más felices del mundo y según el Happy Planet Index, los mexicanos somos más felices que países como Inglaterra, Dinamarca, Canadá y Estados Unidos.

¿Cómo se explica que, a pesar de las carencias, la inseguridad y la incertidumbre con la que vivimos, sigamos destacando a nivel mundial por nuestra alegría, amabilidad y generosidad? Al parecer, es algo que llevamos en nuestro ADN social.

Un primer referente de esta manera de ser del mexicano lo encontramos en el estudio de Miguel Basáñez, Un mundo de tres culturas (2016). A partir del análisis de datos empíricos de más de 100 países, Basáñez identifica tres culturas primarias a nivel global:

Las culturas del honor que, según el autor, favorecen la tradición, la jerarquía, la lealtad, la disciplina, la obediencia y el respeto a la autoridad, están orientadas hacia la interacción política.

Las culturas del éxito, que se orientan a los objetivos de productividad y eficiencia, con énfasis en el trabajo esforzado y la puntualidad, colocan las obligaciones del trabajo por encima de las obligaciones familiares.

Y las culturas del disfrute, que se ubican entre las otras dos, privilegiando la interacción social, con énfasis en la familia y los amigos. La racionalidad social tiene prioridad sobre la racionalidad económica y política.

De acuerdo con estos tipos de ideales, en México prevalece la cultura del disfrute, al igual que en muchos otros países latinoamericanos y europeos católicos. Las culturas del disfrute, señala el autor, comparten las fortalezas y debilidades con las otras dos, “pero al mismo tiempo y paradójicamente, producen un ambiente social de disfrute”.

En esta lógica, se podría decir que los mexicanos nos movemos entre una sociedad tradicional —cuyos “pilares culturales” son el ser católico, nacionalista y revolucionario— y una sociedad moderna en formación, “más tolerante, global, orientada hacia el mercado y la democracia”. Y ante esta dualidad, que nos divide y a veces nos enfrenta, lo que nos identifica es la cultura del disfrute.

En este punto es muy interesante mencionar lo que les sucede a los mexicanos que se van a trabajar a Estados Unidos. Según el estudio ya clásico, sobre la identidad del mexicano, Retrato de un Liberal Salvaje (Nexos 2018), a pregunta expresa de Qué te gusta y qué no te gusta de México, nuestros compatriotas allá responden: “…lo que extraño de México es convivir con la familia, con mis amigos, la comida, las fiestas, las risas, la libertad, que no haya horarios. No extraño para nada el desorden, la falta de respeto, la ausencia de Estado de Derecho, la impuntualidad, el abuso.”

En su recuento de las “luces y sombras del ser mexicano”, Guido Lara concluye que el camino a seguir, y que desde nuestra perspectiva nos hará aún más felices, es “una integración virtuosa de la cultural del éxito (orientada a logros) con la cultura del disfrute (orientada a fortalecer vínculos emocionales y placenteros)”, y que dejemos que se vayan extinguiendo lentamente los llamados nostálgicos tradicionalistas.

En la siguiente entrega abundaré sobre el tema, en particular sobre las características del ser mexicano y de cómo podemos aprovechar nuestra identidad para aprovechar todo nuestro potencial.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

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Extitular de la Secretaría de Gobernación de Puebla. Fue diputado federal por el Partido Encuentro Social. Licenciado en Economía, egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México. Ejerció...