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Grupos panistas lloraron, en redes sociales, a Martha Érika Alonso Hidalgo y cómo su gobernadora habría cumplido un año en el poder.

Este fin de semana, en medio de la promoción del primer informe de Luis Miguel Barbosa Huerta, los grupos panistas resurgieron en redes sociales para llorar a la extinta Martha Érika Alonso Hidalgo.

Fotografías y algunos diseños sirvieron para que los simpatizantes de la fallecida pareja Moreno Valle y su régimen, alzaran la voz, añorando una historia que no fue.

Martha Érika Alonso habría cumplido, el sábado pasado, un año de haber asumido la gubernatura de Puebla y ¿cómo olvidar la manera en que lo hizo? Rodeada por la lejanía de la sociedad, que terminó polarizada por un eterno proceso electoral, que se dirimió en tribunales.

Lo hizo en la oscuridad de la medianoche y cobijada por el Tribunal Superior de Justicia y su presidente, Héctor Sánchez, porque el Congreso del Estado, liderado por el Movimiento de Regeneración Nacional, la repudiaba.

Ataviada por un vestido tan negro y sombrío como su mirada, en la que prácticamente no cabía la sonrisa, Martha Erika salió aquella medianoche de Ciudad Judicial y se dirigió al Centro Integral de Servicios (CIS) para presentar al gabinete que no había logrado conformar del todo.

La Secretaría de Salud y la Contraloría si no mal recuerdo, era de los espacios donde había encargado de despacho y no un titular.

Al día siguiente, ya en el Auditorio de la Reforma, donde el cerco de seguridad era intenso, la primera gobernadora de Puebla ofrecía reconciliación y una “mano tendida”; pero en los siguientes 10 días, escudada por la Navidad, volvió a alejarse.

Prácticamente no apareció en público. La última vez que se le vio, fue en su mensaje de fin de año, lanzado en redes sociales y el 24 de diciembre de 2018, pasó lo que nadie podía adivinar: un helicopterazo ocurrido en circunstancias que hasta ahora no son totalmente explicables, en un día soleado y despejado, con condiciones envidiables, le arrebató la vida junto con la de su esposo.

¿Cómo habría sido Martha Érika Alonso como gobernadora? Nunca lo sabremos. Sus seguidores se empeñan en asegurar que hubiera sido una buena gobernadora; pero no importa cuánto lo repitan, cuánto se lamenten, “el hubiera” no existe.

Lo que sí existe es la poca certidumbre de su muerte y la inestabilidad que el estado vivió en gran parte de 2019. Inestabilidad en la que se debió seleccionar a un nuevo gobernador y que le dio a Miguel Barbosa un espacio como mandatario en los libros de la historia de la entidad.

Lo que existe es una administración que a sólo cuatro meses de trabajo, ya tuvo que hacer un primer corte de caja, empujado por la ley, cosa que decidieron olvidar los panistas encabezados por Mónica Rodríguez Della Vecchia a la hora de salirse del pleno y reclamar que fue el titular de la SEP, Melitón Lozano y no Miguel Barbosa quien estuviera en el Pleno del Poder Legislativo para entregar el documento (cosa que permite la ley).

Lo que existe es un grupo político que, sin sus líderes y amos, no logró sobrevivir; lo que existe es un partido que de ser la omnipotencia estatal, quedó reducido a cenizas y hoy intenta combatir y competir con lo que les queda, que tras ocho años de morenovallismo, parece que no fue mucho.

Hasta la próxima.
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Guillermo Castillo
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