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Este miércoles, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf) determinó anular el proceso interno para designar a los dirigentes estatales y al nacional de Morena por contar con un padrón recortado y no confiable.

Lo anterior después de decenas de impugnaciones hechas por militantes que no pudieron participar en las asambleas distritales al no encontrarse en dicho padrón.

La decisión del Tepjf estuvo fundamentada, pues pese a que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de dicho partido se comprometió a depurar y actualizar el padrón antes de realizar los congresos distritales, no lo hizo, además de que según el artículo 24 de sus estatutos, el padrón que debe utilizarse para los procesos de renovación debe cerrar un mes antes de los mismos y no uno o dos años antes, como sucedió en este caso, que se utilizó hasta el del corte del 20 de noviembre de 2017.

Por otro lado, se canceló el 27 por ciento de estas asambleas en el país por diversos motivos, desde falta de quórum legal hasta por agresiones y violencia, mientras que prácticamente en el resto, que sí se realizaron, hubo impugnaciones, al acusar que hubo irregularidades, como acarreo y compra de votos.

Así, con este fallo judicial, también se les dio la razón a los militantes que reclamaron dichas anomalías.

Y es que el partido que creó Andrés Manuel López Obrador cometió dichas prácticas durante sus congresos y por ello el presidente advirtió que se saldría del mismo sino corregían ello.

Sus principales dirigentes, Yeidckol Polevnsky y Bertha Luján, lejos de ser autocríticas, se han enfrascado en acusaciones mutuas.

Es comprensible que militantes y dirigentes de Morena de diferentes zonas del país estén aprendiendo, ahora que ya están en el poder, pero lo que no se vale es que justifiquen prácticas que su fundador y líder moral combatió cuando fue oposición, por buscar quedarse con un “pedazo de pastel”.

Cada grupo argumentaba –en las asambleas– que su objetivo era defender los principios del partido y al “pueblo”, pero a lo único que llevará este esquema de elección es a la perredización de Morena, es decir a la negociación y venta de candidaturas y/o espacios en los comités directivos, con su consecuente pérdida de credibilidad y desaparición después de algunos años.

 

Hubo acarreo y compra de votos

Para las asambleas distritales que se realizaron del 13 al 27 de octubre, en el mejor de los casos, fue ponerse de acuerdo para impulsar a algunos consejeros a través de reuniones de “amigos morenistas” o intercambiarse “puestos”, pero en otros fue el acarreo “vil y llano” y hasta la compra de votos.

Lo anterior también sucedió, principalmente lo primero, en las asambleas estatales de 2017 para avalar a los candidatos de 2018, pues no se estaba en el poder para tener dinero y realizar la compra de votos, como ahora sí pasó.

Congresos de Morena en Puebla se realizarán pese a padrón impugnable, prevén
Congresos de Morena en Puebla se realizarán pese a padrón impugnable, prevén. Foto: Especial

Es decir, este esquema de asambleas solo llevará a “negociar” candidaturas por su logística, además de que nunca habrá espacios suficientes para juntar a miles de militantes que existen por distrito, buscando rasurar padrones, en conveniencia del o los grupos mayoritarios.

No obstante, militantes de Morena cuestionan el método de encuestas para la elección de dirigencias por lo que sucedió en 2018, cuando la secretaria General –con funciones de presidenta nacional — de Morena, Yeidckol Polevnsky, nunca las transparentó.

El morenista Alejandro Rojas Díaz Durán fue el primero que propuso este método al señalar que el padrón no era confiable, pero siempre y cuando se garantice su transparencia al realizarse por tres instituciones: UNAM, INE y un estudio de opinión internacional reconocido.

Posteriormente, Polevnsky lo secundó y se pronunció por aplazar el proceso de elección de dirigencias estatales y nacional, pero en un inicio se alió con la expresidenta del Consejo nacional de este partido, Bertha Luján, en temas como el padrón, pese a que no era confiable, y hasta en “acuerdos” para intercambiarse puestos.

Polevnsky carece de la suficiente calidad moral al manejar una dirigencia nacional vertical, apoyar a Jaime Bonilla en la ampliación de su mandato como gobernador de Baja California, pese a que fue electo solo por dos años, nunca clarificar encuestas que se utilizaron para elegir candidatos y su supuesta condonación de impuestos, además de que también la han acusado de recurrir a los acarreos y manipulaciones.

En el caso de Luján, también permitió los acarreos de gente que supuestamente la apoya, pues existen denuncias en contra de los delegados federales en ese sentido, pero al mismo tiempo, al defender las asambleas distritales, avaló los acarreos de otros grupos que han sido vinculados con los gobernadores morenistas.

La pregunta es: ¿cuál es la alternativa para que los procesos internos de Morena sean democráticos y que realmente sea un partido de “regeneración nacional”, como lo dice su nombre?

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...