Raquel Buenrostro, operadora de la austeridad, queda a cargo del SAT
Raquel Buenrostro, operadora de la austeridad, queda a cargo del SAT. Foto: Cuartoscuro
Raquel Buenrostro, operadora de la austeridad, queda a cargo del SAT
Raquel Buenrostro, operadora de la austeridad, queda a cargo del SAT. Foto: Cuartoscuro

Raquel Buenrostro Sánchez, quien este 2019 operó la política de “austeridad republicana” desde la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda, será la nueva directora del Servicio de Administración Tributaria (SAT), en sustitución de Margarita Ríos-Farjat.

Así lo dio a conocer este jueves el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante su conferencia de prensa matutina, donde destacó que la economista, como parte de la estrategia de su gobierno contra la corrupción, concentró las compras de todo el gobierno en su oficina y generó un “ahorro de 200 mil millones de pesos”.

Asimismo, indicó que, en la Oficialía Mayor, quedará a cargo Thalía Lagunas Aragón, quien laboraba en la Coordinación Técnica de la Presidencia de la República.

Desde el inicio de su administración, el mandatario ha resaltado la “honestidad” y “resistencia a presiones” de la funcionaria, ante las críticas por la “mano de hierro” con la que controló las erogaciones del gobierno, en especial respecto a la compra de medicamentos y recortes de personal.

Buenrostro Sánchez es licenciada en Matemáticas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y maestra en Economía por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Fue directora de Política Fiscal del otrora Distrito Federal, de 2000 a 2005, durante la jefatura de gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Desde su llegada a la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), ha impulsado las “compras consolidadas” (adquisición de bienes e insumos para varias dependencias en una sola negociación) como una forma de comprar que “genera más ahorros” y “genera ahorros”.

Por su parte, opositores al gobierno y asociaciones civiles han sostenido que las compras consolidadas generaron los problemas de desabasto de medicamentos reportados durante el año y los despidos “injustificados” de servidores públicos.

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