En Puebla, hay alrededor de 136 mil mujeres dedicadas al campo, de las cuales, el 8.4 por ciento ejerce como profesionistas en este rubro, con carrera técnica o postgrado, superando al 6.4 del personal masculino; no obstante, tienen menor posesión de tierras.
Lo anterior, de acuerdo con el Plan Estatal de Desarrollo 2019-2024, con datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), que plantean que, a nivel nacional, son 778 mil mujeres las que se dedican al sector primario, pues el 78.7 por ciento está enfocada en la agricultura, el 17.8 en ganadería, 1.4 en pesca, y el 2.1 en otras actividades relacionadas.
La Encuesta Intercensal 2015 del INEGI, citada en el mencionado documento, menciona que en Puebla el 27.9 por ciento de la población habita en zonas rurales que cuentan con menos de 2 mil 500 habitantes, de los cuales, 893 mil 167 son mujeres.
Por otra parte, el Registro Agrario Nacional (RAN) de 2018 analizó que en los núcleos agrarios certificados de la entidad, solo el 28 por ciento de mujeres son ejidatarias, en contraste al 71.2 de varones que también lo son; como comuneras solo hay un 30.7 por ciento, en comparación al 69.2 de hombres.
Mujeres, con poca posesión de parcelas
Pese a que ellas trabajan a la par, o incluso más que sus símiles masculinos, tienen menor posibilidad para la posesión de parcelas, pues los avecindados (ejidos otorgados en asamblea) están en manos del 64.1 por ciento de los hombres, en tanto que solo el 35.9 de ellas logra acceder.
Su situación como posesionarias tampoco es distinta, pues el 31.9 por ciento de su presencia se ve superada por el 68.1 de la representación masculina; en este caso particular, existen comunidades en México al que solo se acceden a este derecho las mujeres que enviudaron.
Discriminación, el principal factor
El documento del gobernador Miguel Barbosa Huerta acusa a la discriminación como el principal factor de que se les niegue la posesión y tenencia de la tierra, dado que su voz ha sido anulada en cada una de las comunidades.
“Las mujeres indígenas apoyan en las labores del campo, cultivando la tierra y criando animales de granja, con estas acciones contribuyen al progreso de sus familias y comunidades, respetando sus usos y costumbres”, expresa el texto.
No obstante, apela a que a causa de esta discriminación, derivada del machismo, se les ha negado que solas accedan directamente al financiamiento rural, a las cadenas productivas del campo, así como a la comercialización de sus productos; por ello, el plan expresa que la estrategia de equidad del gobernador contempla acabar con dicho bloqueo, con el fin de que las mujeres accedan a su derecho constitucional.
