Al reconocer la delincuencia e intereses personales y gremiales que hay en San Martín Texmelucan, al cual consideró como el principal “caldero” de Puebla en inseguridad, el gobernador Miguel Barbosa Huerta prometió que impondrá el Estado de Derecho y salvará al municipio.
Al acudir al primer informe de gobierno de la presidenta municipal, Norma Layón Aarún, el mandatario apuntó que a pesar de que su cercanía con la capital del país y la ciudad de Puebla es un privilegio para San Martín Texmelucan, este se transformó en un motor de impunidad y corrupción.
Señaló que antes de rendir protesta como gobernador, impulsó un acuerdo con los líderes de las organizaciones del tianguis de este municipio con el objetivo de iniciar el denominado Plan Maestro para San Martín Texmelucan, consistente en la construcción de tres mercados, una central de abasto y una zona de tianguis, sin embargo, la iniciativa está detenida.
Pese a lo anterior, afirmó que las autoridades estatales buscarán la concertación con los comerciantes al señalar que el 70 por ciento de los problemas del municipio se derivan de este sector.
El titular del Ejecutivo añadió que las obras antes mencionadas sí se concretarán e incluso anunció la construcción o rescate de la actual central camionera.
A propósito de la intervención que el gobierno del estado hizo en la policía de Venustiano Carranza, pidió a la alcaldesa poner atención en su corporación, pues reconoció que cuando se desarrollan operativos o acciones de seguridad de manera conjunta con los ayuntamientos, los delincuentes se enteran de las mismas previamente.
Barbosa Huerta pidió a los presidentes municipales emanados de la Cuarta Transformación, como lo es Layón Aarun, a integrar gobiernos honestos y cercanos a la gente.
