De entre las 40 economías que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México fue la segunda peor calificada en cuanto al balance entre trabajo y vida personal de sus habitantes, al obtener 1.1 de 10 puntos.
El resultado de México en el Índice de Balance Vida-Trabajo de la OCDE, sólo fue mejor que el que registró Colombia con 0.9 puntos (entre más bajo sea el nivel refleja un menor grado de equilibrio).
Al contrario, las naciones mejor calificadas en este rubro son Países Bajos, Italia y Dinamarca, con índices de 9.5, 9.4 y 9.0 puntos respectivamente, lo que refleja una situación laboral más flexible para su población ocupada.
A nivel Latinoamérica, para Chile el resultado fue significativamente mejor con un índice de 5 puntos.
De acuerdo con la OCDE, las problemáticas específicas que impiden el equilibrio entre el trabajo y la vida personal de los mexicanos son: jornadas laborales muy extensas, salarios bajos, empleos sin prestaciones y discriminación social.
Los datos indican que en México cerca del 29 por ciento de los trabajadores tiene jornadas excesivas de trabajo, esto es 18 puntos por encima del promedio de los países miembros de la OCDE (11 por ciento), lo que significa que poco más de una cuarta parte de los ocupados están imposibilitados de realizar actividades extras.
Los hombres son el género que más enfrenta este tipo de realidad laboral, en promedio el 15 por ciento de los hombres trabaja jornadas excesivas, mientras que 6 por ciento de las mujeres lo hace, esta situación profundiza desigualdades de género no sólo en el ámbito laboral, también en el familiar, debido a que las actividades domésticas y de cuidados recaen desproporcionalmente en las mujeres.
