Al comparecer ante la FGR por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014, Ángel Aguirre Rivero, quien entonces era gobernador de Guerrero, se deslindó José Luis Abarca Velázquez, exalcalde de Iguala señalado como uno de los principales responsables.
Así lo refirió este martes al salir de la comparecencia, que duró más de cinco horas, y dónde ratificó su primera declaración sobre el hecho, insistiendo en no tenía vínculos con el exedil o su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, también presa por el caso, ni se reunió con ellos tras el rapto de los jóvenes.
Asimismo, negó los señalamientos de nexos con alguno de los dos grupos delictivos, cuya pugna por el control del tráfico de drogas en Igual habría llevado a que secuestran y presuntamente asesinaran a los normalistas, en complicidad con policías municipales, entre el 26 y 27 de septiembre de 2014.
Pese a que Abarca Velázquez llegó al ayuntamiento de Iguala bajo las siglas del PRD, su partido, Aguirre Rivero aseguró que el político no era su candidato y que no apoyó su campaña. También rechazó que el exalcalde haya invertido dinero en su campaña por la gubernatura.
Incluso mencionó a la prensa que refirió, ante los tres fiscales que le tomaron declaración, que tenía una relación “cordial” con la normal rural de Ayotzinapa, pese a que un año antes su gobierno se había confrontado violentamente con alumnos de esta institución durante cuando cerraron la Autopista del Sol.
Este martes, también compareció Iñaki Blanco Cabrera, exprocurador de justicia de Guerrero, y el miércoles comparecerá el exsecretario de Seguridad, Leonardo Vázquez Pérez.
