A cuatro años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, la Fiscalía General de la República (FGR) reinició la búsqueda de estos jóvenes en el basurero de Tepecoacuilco, ubicado a unos 15 kilómetros de Iguala, donde fueron raptados.
La nueva pesquisa inició esta semana, encabezada por peritos federales y con el apoyo de personal de Protección Civil (PC), quienes están protegidos por elementos del Ejército que aseguraron la zona.
En entrevistas con medios nacionales, Vidulfo Rosales Sierra, abogado de los padres de los normalistas, y Felipe de la Cruz Sandoval, uno de los progenitores y vocero del movimiento, confirmaron el hecho y explicaron que se trata de una línea de investigación que definió puntos con mayor posibilidad de hallar rastros de los normalistas.
Resaltaron que la elección del basurero de Tepecoacuilco deriva del “cruce de información” entre la fiscalía especial para el caso y dependencias federales, y no de un “pitazo” o de “testimonios”.
Y es que, para los padres, las investigaciones de la FGR deben continuar con la búsqueda de los jóvenes, presuntamente desaparecidos por autoridades coludidas con criminales, pues rechazan categóricamente la “verdad histórica” de la desparecida PGR, según la cual los estudiantes fueron asesinados y sus cadáveres quemados en el basurero de Cocula, entre el 26 y 27 de septiembre de 2014.
En este sentido, además de los nuevos peritajes, la FGR citó, para la próxima semana, a declarar a Ángel Aguirre Rivero, exgobernador de Guerrero, a Iñaki Blanco Cabrera, exprocurador de esa Entidad, a Leonardo Vázquez Pérez, exsecretario de Seguridad Pública.
