Las tuberías del drenaje en la junta auxiliar Ignacio Romero Vargas están colapsando por su antigüedad, que es de hasta 40 años, sin que la empresa Agua de Puebla, que pretende cobrar el servicio, ni las comunas de Puebla y Cuautlancingo, actúen para repararlas.
Desde hace 8 meses, el deterioro de las instalaciones ha causado hundimientos en las calles, al grado que a inicios de julio, en la calzada Cristo Rey, entre Hombres Ilustres y Anáhuac, el tubo de aguas residuales se rompió y estas empezaron a contaminar el líquido potable.
Ante esta emergencia, los vecinos urgieron el apoyo del ayuntamiento de Puebla, pero este sólo recibió la petición sin dar respuesta, por lo que el Sistema Operador de Agua Potable de Ignacio Romero Vargas (Soapirv), que sólo está encargado de cobrar y administrar la distribución del vital líquido, tuvo que reparar el drenaje ante la exigencia de los afectados.
En entrevista con Ángulo 7, los integrantes del Soapirv señalaron que esta situación llegó a ser un riesgo sanitario en potencia, pese a reiteradas solicitudes de intervención a Puebla y Cuautlancingo, donde algunos ciudadanos pagan el predial debido a que la junta auxiliar se ubica entre ambos municipios.
Un recorrido realizado por este medio constató la presencia de hundimientos en la zonas por las que pasa el drenaje, los cuales permanecen a media calle sin ser atendidos por autoridad alguna.
Documentan 15 casos de cobros
A lo anterior, se aúna la llegada de recibos con cobros y deudas por servicios de “drenaje” y “saneamiento” a por lo menos 15 domicilios por parte de Agua de Puebla, empresa que tampoco hace algo para solucionar el problema, que vecinos han llevado a las oficinas del Soapirv con la preocupación de si también deben pagar a lo que se les explica que no, porque el servicio de agua lo está dando el comité ciudadano
De acuerdo con Yolanda Gómez, tesorera del Soapirv, cuando los habitantes van a reclamar por qué les hacen estos cobros –pues la costumbre es pagar agua al sistema comunitario y predial a una de los dos comunas— la concesionaria alega tiene a su cargo cobrar el servicio del drenaje.
Lo anterior, pese a que la junta auxiliar de Ignacio Romero Vargas está considerada como una comunidad que se rige por usos y costumbres, por lo que dicha empresa no tendría que ingresar en ella a dar ni cobrar servicios.
La funcionaria resaltó que el drenaje fue construido de forma colectiva, por los padres y abuelos de los actuales vecinos, quienes financiaron las obras con recursos propios hace más de 40 años, como ahora sus descendientes deben costear los gastos que generan las tuberías en colapso.
Asimismo, cuestionó que la empresa pretenda cobrar por el servicio de saneamiento, pues las aguas residuales de la localidad van a dar al río Atoyac.
Autoridades, sin atender problema
En cuanto a la falta de atención de las autoridades, Arturo Carrillo Cervantes, presidente del Soapirv, comentó que Cuautlancingo y Puebla han desatendido las solicitudes ciudadanas para encargarse de reparar el drenaje de Romero Vargas argumentando que no cobran todos los servicios municipales.
Y es que muchos predios de la junta auxiliar no están regularizados como casas habitación, por lo que siguen pagando impuesto predial como si se tratara de terrenos.
No obstante, indicó que la posición del Soapirv es que Claudia Rivera Vivanco, alcaldesa de Puebla, municipio al que pertenece oficialmente Ignacio Romero Vargas, acuda y examine la gravedad del problema.
Comentó que, como solución provisional, la autoridad podría realizar el desazolve del drenaje, pero a mediano plazo considera que es necesario un cambio de todas tuberías para evitar que el problema se salga de control.
En este sentido, mencionó que el precario drenaje en Romero Vargas llegaría a su límite con las descargas de un condominio de 100 viviendas que se pretende levantar en la zona.
Relató que el sistema ya les ha dicho a los inversores que no hay suficiente agua en la junta auxiliar para abastecer a un complejo habitacional.
Trabajan para mejorar Soapirv
Respecto al Soapirv, los integrantes de la actual administración, que asumió en agosto de 2018, resaltaron la labor que han emprendido para optimizar la distribución de agua a la comunidad, reparar las oficinas del sistema y saldar deudas.
Yolanda Gómez subrayó que, desde el inicio de la nueva gestión, las quejas por falta de agua, hasta por mes y medio, disminuyeron por el “trabajo programado y organizado”.
También están remodelando las oficinas del Soapirv, que habían permanecido descuidadas por décadas, a fin de que la gente perciba un cambio en la atención que se le brinda.
En contraste, señaló que la anterior administración, a cargo de Silvia Velasco —quien fue destituida por decisión de la asamblea popular– acumuló quejas sin atención, entregó instalaciones en mal estado y con herramientas faltantes, y dejó recibos de luz vencidos de los dos pozos de la junta auxiliar, por un monto que ascendía a 127 mil pesos.
Para saldar esta deuda, tuvieron que pedir un préstamo con intereses, pero lograron que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) reinstalara el servicio de luz.
Además, Velasco despidió a personal de forma arbitraria y descuidó los pozos, que se convirtieron en focos de basura.
A un año del cambio de gestión, Gómez expone que el Soapirv mantiene funcionando y en buen estado ambas instalaciones, que ya cuentan con una barda perimetral como protección de la intemperie.
Sin subsidios municipales ni estatales, el sistema tiene su principal fuente de ingresos en la recaudación por el servicio de agua potable, que sirve para financiar las operaciones, el pago de luz que asciende a unos 160 mil pesos mensuales y una nómina de 10 trabajadores, oriundos de la junta auxiliar.
La tarifa es de 70 pesos al mes y 50 pesos para pensionados. Se aplica a un padrón de 4 mil 100 usuarios, de los cuales 3 mil están considerados activos al corriente y mil deudores en mayor o menor grado.
Con estos últimos —asegura Yolanda— hay comunicación constante, se firman convenios para que paguen sus cuentas y sólo en casos excepcionales de evasión se procede a algún corte del servicio.
