En el rubro de impartición de justicia, hay dos temas importantes en Puebla que se deben revertir: los feminicidios y las desapariciones. El aumento de los agentes del Ministerio Público en la Fiscalía General del Estado (FGE) y su especialización es el primer paso, pero no es suficiente, porque lo que se requiere son resultados: que disminuyan ambos problemas sociales.
De 2015 a la fecha, la FGE tiene registrados sólo 110 casos como feminicidios, lo cual es 69.5 por ciento menos a lo que contabilizó el Odesyr, que tiene un registro de 359 homicidios violentos de mujeres en el mismo periodo.
En tanto, al menos el 80 por ciento de las denuncias que se presentan por feminicidio quedan impunes, pues el Poder Judicial del estado solo ha emitido 20 sentencias en los últimos ocho años por este delito.
Lo anterior porque durante el proceso de investigación, los agentes del Ministerio Público no presentan pruebas que son elementales para tipificar ese homicidio en feminicidio, es decir, que ayuden a confirmar que el culpable privó de la vida a su víctima por razón de género.
Las cifras son contundentes en el primer semestre de 2019: las muertes violentas de mujeres en lugar de bajar, aumentan, pues de acuerdo con datos del Secretariado del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), se registraron 29 crímenes de este tipo, cuando en el mismo periodo del año pasado hubo 11, es decir el aumento fue del 163.6 por ciento, cuando a nivel nacional fue del 9.3 por ciento.
El Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr) contabilizó 45 posibles feminicidios en el estado de enero a junio, lo cual representó un incremento del 15.4 por ciento más comparados con los 39 casos que se dieron en 2018.
En tanto, las desapariciones de personas y sus búsquedas también es un tema que se debe agilizar en la FGE, con el fin de lograr resultados concretos.
Y aunque es un hecho que para las nuevas carpetas de investigación ya se actúa más rápido, sus mecanismos de investigación no son los adecuados, por lo que no se ven esos resultados.
Pese a que ambos temas no se pueden resolver de la noche a la mañana, el aumento de los feminicidios en Puebla significa un pendiente para la FGE y su encargado de despacho, Gilberto Higuera Bernal, así como para el Instituto Poblano de la Mujer (IPM), que con Mónica Silva Ruiz no se pudo revertir esta situación.
Urgen mejores resultados en ambos rubros.
