A pedido de líderes empresariales, el presidente Andrés Manuel López Obrador aceptó una tregua para renegociar los contratos de siete gasoductos, entre ellos el Tuxpan-Tula, que pasa por Puebla, y detener las demandas internacionales que interpuso la CFE.
Durante su conferencia de prensa de este miércoles, refirió que accedió a un “paréntesis” en los arbitrajes que la CFE inició en cortes de Reino Unido y Francia porque así lo pidieron Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), y Antonio del Valle Perochena, líder del Consejo Mexicano de Negocios (CMN) al instalar una mesa de conciliación el martes.
Consideró que estos empresarios no encubrirán los actos de “corrupción” que se pudieran hallar en los contratos, firmados en el gobierno pasado, y reconocerán si hay “abusos” en las tarifas de gas acordadas con los propietarios (Carso, Ienova, Transcanada y Fermaca), las cuales tachó de “muy altas” y alertó que implicarían aumentar los costos de la energía eléctrica en el país.
“Ese es el tema de fondo (en la mesa de diálogo), es decir, ¿Cómo están las tarifas? ¿Por qué nos quieres cobrar más a nosotros que lo que se cobran en cualquier otra parte? ¿Por qué nosotros vamos a pagar subsidios si en otros países no se pagan subsidios?”.
Señaló que las condiciones actuales de los contratos –que ha calificado como “leoninas” – obligarían a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a pagar “un monto de alrededor de 80 mil millones de dólares”, pese a que las instalaciones están paradas desde el sexenio pasado por diversos motivos.
En el caso de Tuxpan-Tula, que en la entidad poblana atraviesa comunidades de Francisco Z Mena, Jalpan, Venustiano Carranza y Pantepec, los municipios de Pahuatlán, Tlacuilotepec y Honey consiguieron amparos para frenarlo desde en noviembre de 2018.
Reconocerá si no tienen razón, asegura
No obstante, garantizó que en el diálogo fuera de tribunales su gobierno sabrá reconocer si no tiene la razón, pero en caso de que sí haya irregularidades “pedimos nosotros que ellos reconozcan si hay abusos y se puedan reponer las condiciones de los contratos”.
“De buena voluntad, porque yo acepto el que haya esta negociación y acepté que se detuviese sin perder derechos el proceso de denuncia o el solicitar el arbitraje internacional”, agregó.
Asimismo, aseguró que no condicionará la renegociación al pago de 3 mil millones de dólares que exige CFE en las demandas de arbitraje internacional.
