Una limitante de quienes ejercen la medicina alternativa son las personas que se dedican a la “charlatanería”, ya que los ciudadanos cada vez más han dejado de confiar en la labor que realizan.
Así lo señaló, en rueda de prensa, Susana Rivera Vázquez, de la Escuela de Estudios Superiores en Medicinas Alternativas y Complementarias (Mashach), quien agregó que son pocas las personas que cuentan en un título profesional en la materia, ya que a nivel nacional hay 14, de las que cinco están en Puebla.
Esto, dijo, se debe a que es una carrera de reciente creación a pesar de que la medicina alternativa “viene de muchos años atrás”.
A esto se suma, indicó, que no hay apoyo gubernamental, por lo que han solicitado en reiteradas ocasiones que se abran plazas en los hospitales públicos, aunque dejó en claro que también no son muchos los estudiantes que se interesan por esta rama.
“Necesitamos el cambio jurídico, porque cuando se abre un hospital se maneja número de pediatras, ginecólogos, médicos internistas entre otros, pero no se tiene la figura jurídica del médico alternativo para que puedan ser contratados los egresados”, pronunció.
Hacen falta plazas
Rivera Vázquez explicó que esto ha generado que al terminar sus estudios trabajen en hospitales privados, o en su caso si tiene la posibilidad económica, abrir sus propias clínicas, ya que al ser titulados y tener cédula profesional cumplen con los requisitos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Lo anterior, tras anunciar la Licenciatura en Cosmeatría y Métodos Alternativos y Complementarios, la cual consta de ocho semestres en donde los que ingresen concluirán sus estudios como profesionales capacitados para resolver y prevenir problemas de salud, medicina complementaria, ya que conoce, analiza, investiga, diagnostica y evalúa el proceso belleza-salud-enfermedad en cada paciente.
