PrimerPlano-LoQueDicenLasColumnasDe-Puebla

El debate de candidatos

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, indica que el debate de candidatos a la gubernatura de Puebla fue un reflejo de lo que han sido las campañas de Miguel Barbosa, Enrique Cárdenas y Alberto Jiménez, que no modificará —sustancialmente— las preferencias electorales que registran las principales empresas encuestadoras.

El puntero se mostró confiado, seguro, marrullero, y a veces soberbio, de que ganará las elecciones extraordinarias y se convertirá en el primer gobernador en la historia de Puebla emanado de un partido de izquierda.

Miguel Barbosa se defendió atacando a sus contendientes de lo que lo acusan, pero sin dejar del todo claro el origen y licitud de sus bienes, entre ellos su casa de Coyoacán, endilgándole a Enrique Cárdenas los calificativos de perdedor, fichita, mentiroso y defraudador fiscal, y a Jiménez Merino la imagen de pupilo y cómplice del ex gobernador Mario Marín Torres.

El debate de candidatos organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) mostró a un Miguel Barbosa lúcido, demagogo, con habilidades y oficio en este tipo de polémicas, muy diferente al político enfermo y disminuido que sus críticos y detractores han querido vender del abanderado de la coalición integrada por Morena, el PT y el PVEM.

Enrique Cárdenas se vio nervioso por momentos, haciéndose bolas con las imágenes que mostró durante la transmisión de casi dos horas. Se esforzó por exhibir a su rival y su supuesto patrimonio mal habido, asegurando que Barbosa era corrupto, mentiroso, que no era de fiar ni estaba preparado para gobernar Puebla, pero fue incapaz de convencer por qué él, a diferencia de aquél, sí podía ganar las elecciones extraordinarias, convertirse en una opción viable y hacer un gobierno diferente al de sus antecesores, que también fueron nominados por el PAN, el PRD y MC.

Aquí la columna completa

Los candidatos en el debate (una revisión a bote pronto)

Jorge Rodríguez en su columna A Puerta Cerrada, publicada en El Sol de Puebla, señala que Enrique Cárdenas Sánchez entendió muy tarde el papel que debía jugar en la elección extraordinaria de gobernador. El candidato común de los partidos PAN, PRD y Movimiento Ciudadano se mostró en el debate como un competidor entusiasta. Fue duro e incisivo en contra de Luis Miguel Barbosa y al comportarse de esa manera exhibió una característica personal que había tenido guardada en campaña.

El ex rector de la UDLAP sabe usar la oratoria para batirse a duelo con sus oponentes y tiene la osadía para hacerlo, como quedó evidenciado en el encuentro de descalificaciones mutuas que sostuvo con los otros dos candidatos, pero principalmente con el de la coalición Juntos Haremos Historia.

Malo para su causa que haya optado por la confrontación directa con Barbosa, el puntero en las encuestas de preferencia electoral, hasta el debate, cuando faltan escasos trece días para las votaciones.

Haberlo hecho antes no le habría garantizado vencer al candidato de Morena, el partido de ya sabe usted quién, pero le habría dado algunos puntos adicionales a los que obtendrá el domingo 2 de junio y le habría ayudado a hacer más decorosa su participación.

El académico comprendió al final de los comicios de gobernador el rol que corresponde jugar a todos los segundos lugares.

Aquí la columna completa

Un terrible debatiente

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que un maestro en el arte del debate parlamentario, un académico que cree que los problemas más severos de Puebla se solucionan con el método científico y un candidato que busca empatía con la sociedad; fueron las tres propuestas de gobierno que ayer vimos en el debate.

Más allá de las descalificaciones y las acusaciones entre Miguel Barbosa y Enrique Cárdenas sobre sus limpias o turbias fortunas, hay dos cosas que debemos destacar.

Por un lado, aunque el formato fue mucho mejor que lo realizado en todas las elecciones anteriores, los candidatos desaprovecharon la oportunidad de realmente explicar ¿Cómo piensan resolver las demandas más sentidas de los poblanos?

A mí, como a muchos de los que observamos el encuentro –pese a que había partido de fútbol y el último capítulo de Juego de Tronos- nos hubiera gustado saber cuál es la verdadera diferencia al votar por tal o cual candidato.

Todos hablaron de la pésima impartición de justicia en el estado así como de la inseguridad que un día sí y otro también golpea a los poblanos, pero fue poco claro, por no decir inexistente, el proyecto de cada uno de los tres candidatos para minimizar esta ola roja.

Aquí la columna completa

Fue un muy buen debate, pero poco cambiará la intención del voto

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, señala que el encuentro de los candidatos a la gubernatura –de ayer por la noche– es el mejor debate político que ha habido en Puebla, en mucho por el formato que permitió una abierta confrontación y por la elocuencia de dos de los tres aspirantes, de los abanderados de Morena y el PAN. Sin embargo, aunque aumenta el encono entre los dos principales contendientes, entre Luis Miguel Barbosa Huerta y Enrique Cárdenas Sánchez, poco va a mover las preferencias electorales y modificar la correlación de fuerzas, que hasta ahora registran una tendencia favorable a la izquierda, a la coalición Juntos Haremos Historia.

De acuerdo a las mediciones que surgieron luego del debate, siete de cada 10 ciudadanos de la capital no vieron o no siquiera se enteraron de la discusión pública que tuvieron los candidatos a la gubernatura, lo cual refleja que habrá una pobre penetración del resultado de dicho acto.

O visto de otra manera, en las redes sociales el debate no se volvió tendencia. La liguilla del futbol, el final de la serie Juego de Tronos o que vincularon al hijo mayor del ex presidente Carlos Salinas de Gortari con una secta de esclavitud sexual en Estados Unidos, fueron los temas recurrentes del domingo, pero no el asunto de quién ganó o perdió más en la mesa de discusión de los aspirantes a la titularidad del Poder Ejecutivo poblano.

En el panel de discusión organizado por el Instituto Nacional Electoral no surgieron ideas o acusaciones que hubieran significado un parteaguas en la contienda, ni tampoco se vio algún yerro o dislate mayúsculo, que pudiera potenciar un post debate de mucha intensidad, que incida en cambiar la popularidad o los negativos que cada candidato tienen ya bien sembrados.

Es cierto que el debate nunca aburrió ni fue tedioso, pues hubo un constante y variado intercambio de acusaciones severas, réplicas y contra réplicas entre Barbosa y Cárdenas. Pero es lo que se esperaba y se dio dentro de la argumentación que ambos han sostenido la mayor parte del periodo de campañas. Son ideas que ya influyeron en el electorado.

Aquí la columna completa

Plagiarios del poder

Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, indica que el entonces presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Humberto Ponce de León, había convertido a su fábrica, Gapsa, en la principal proveedora de galletas para el DIF y la Conasupo, en el sexenio de Mariano Piña Olaya.

Los desencuentros de empresarios poblanos con el mandatario de la época cada vez eran mayores. El presidente Carlos Salinas de Gortari inauguró los pactos económicos para enfrentar la crisis.

Todos los gobernadores tenían que aterrizar los acuerdos en sus estados, entonces el líder de la Coparmex, Antonio Sánchez Díaz de Rivera, declaró a El Financiero que los pactos no serían la solución a la crisis y las ceremonias de firma se habían convertido en rituales políticos para gobernantes.

¿Firmarán el pacto en Puebla?, se le preguntó.

No, respondió.

Aquí la columna completa

El debate que nada cambia…

Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, señala que evento indispensable en términos de lo que manda la legislación electoral vigente en Puebla, pero absolutamente prescindible si se trata de aportar elementos valiosos que permitan razonar de mejor manera el voto ciudadano rumbo a la elección extraordinaria del próximo 2 de junio.

El debate de ayer fue un fracaso rotundo, no únicamente en la consecución de ese objetivo, sino en motivar a más poblanos a participar activamente en el proceso electoral.

Hubo muy poco, casi un nulo interés por parte de quienes no integran el llamado “círculo rojo” y que están convocados a acudir a las urnas dentro de dos semanas.

Razones puede haber muchas: que fuera en domingo y que a la par se llevaran a cabo eventos de altísimo rating, como el partido de vuelta de la semifinal del futbol mexicano -jugando el equipo más popular del país- y la transmisión del capítulo final de la última temporada de la serie más vista en la historia de la televisión.

Sin embargo, el factor que seguramente influyó en mayor medida en semejante y casi unánime indiferencia, es la falta absoluta de incertidumbre en términos del resultado de la elección.

Aquí la columna completa

Se le escapó la liebre

Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada Diario Cambio, indica que Enrique Cárdenas Sánchez cometió el error que comenten todos los que se sienten muy inteligentes: menospreciar a sus rivales. Siempre pensó que el día que se viera cara a cara con Luis Miguel Barbosa en un debate, los poblanos encontrarían oro en el contraste: sus conocimientos, su mundo, sus libros leídos, opacarían al oriundo de Zinacatepec.

El académico, sin embargo, se topó con pared. El brillo no salió por ningún lado, ni los poblanos lo apreciaron como una deidad. Los pocos que decidieron ver el Debate Puebla 2019 frente al final de Juego de Tronos —una proporción de 10 a 1 según el consultor Juan Carlos Oseguera— vieron un choque ríspido, en el que un fajador Barbosa no dejó pasar una, respondió a todas, y no le dio margen a Cárdenas de declararse ganador.

Es probable que ninguno de los dos haya ganado ese debate, pero Cárdenas siempre colocó al encuentro como el punto de quiebre de su campaña. Ya no podrá ser, la liebre se le escapó sin un rasguño. Barbosa salió sin heridas mayores del momento más riesgoso. La experiencia lo sacó adelante, así como un plan detallado.

A diferencia del Barbosa del 2018, el del Debate 2019 mostró una estrategia clara en cada una de sus intervenciones: negar los ataques, lanzar su contraataque y dejar tiempo para sus propuestas. La estrategia delineada por sus asesores fue perfecta, pues dejó sin margen a Cárdenas, quien conforme avanzaba el encuentro, más se desesperaba al no conectar ningún golpe contundente.

El académico falló terriblemente porque sus golpes fueron refritos de la campaña 2018, y todos mal planteados, ya sin efecto en la opinión pública.

Aquí la columna completa

Barbosa Exhibió a Cárdenas y lo Sacó de Quicio

Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, señala que el tic del hombro izquierdo de Enrique Cárdenas marcó una buena parte del debate.

Cada vez que Miguel Barbosa lo exhibía como defraudador fiscal, aparecía el tic acompañado de un sudor en el rostro.

Irritado, tropezaba con las palabras, pasaba del singular al plural —y viceversa—, se hacía bolas con las propuestas.

De hecho, fue quien menos planteamientos de gobierno hizo.

Su tiempo prefirió usarlo —muy en el estilo de Ricardo Anaya— en lanzar lodo en contra del candidato de Juntos Haremos Historia.

Aquí la columna completa

incendios forestales