Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Gobernación, señaló que el reportero Francisco Romero Díaz, asesinado el jueves en Playa de Carmen, Quintana Roo, sí tenía protección del Estado, pero salió de su domicilio sin avisar a su escolta.
Lo anterior, este viernes ante las preguntas de la prensa sobre el caso, durante la conferencia presidencial matutina, donde el funcionario señaló lo anterior como uno de los puntos del Mecanismo de Protección, operado por la Secretaría de Gobernación (Segob), que el periodista habría incumplido.
Mencionó también que, por decisión propia, Romero Díaz regresó a residir a Playa del Carmen, pese a que se estableció un domicilio para que radicara en la Ciudad de México.
Refirió que, además de la investigación iniciada por la Fiscalía estatal, la Secretaría de Gobernación (Segob) realiza una propia, donde se toma en consideración la declaración de la esposa del asesinado, quien señala que el mecanismo había estado cumpliendo su responsabilidad.
“El personal de escolta lo estuvo acompañando hasta su casa ese día donde pernoctó, y lamentablemente él salió sin haber dado aviso a nadie y sucedió este percance”, sostuvo.
Con base en lo anterior, pidió a los inscritos en el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas “que nos ayuden a cumplir con los parámetros de seguridad que se requieren para evitar este tipo de incidentes”.
Respecto a la denuncia que interpuso el también director del rotativo “Ocurrió Aquí”, por presuntas amenazas en su contra, no dio más detalles.
Mecanismo de protección, descuidado, reviran
Tras la alocución de Encinas Rodríguez, un reportero que se presentó como Héctor Valdez, procedente de Tulum, acusó que, en Quintana Roo, los periodistas viven un clima de terror, por agresiones del crimen organizado e incluso de autoridades estatales.
Recordó que, además de Romero Díaz, al menos dos de sus colegas ha sido asesinados en el estado, y que incluso él está amenazado de muerte por su trabajo periodístico, por lo cual “tuve que salir el día 10, dejar Tulum, dejar todo, esconderme en Chetumal y salir para la Ciudad de México”.
“Me pusieron bombas, me aventaron bombas molotov a mi casa en noviembre. Fui golpeado por la policía estatal a cargo de un personaje nefasto, Alberto Capella Ibarra”, agregó.
Recriminó que en Tulum, el gobierno municipal de Víctor Mas Tah “parece que le dejan las cosas a modo a la delincuencia y parece que ellos deciden dónde crece y dónde disminuye la delincuencia”.
Asimismo, aseguró que la intensificación de operaciones del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) coincidió con la llegada a la gubernatura del panista Carlos Joaquín González.
