A 100 años del asesinato de Emiliano Zapata Salazar, el “Caudillo del Sur”, el gobierno federal lo conmemoró con un evento oficial, encabezado por el presidente en Cuernavaca, así como ediciones especiales estampillas de correo y boletos de lotería.
Desde la capital de Morelos y sin la presencia de la familia de Zapata Salazar, el mandatario sostuvo que su gobierno seguirá el ejemplo del general revolucionario, así como el de “Hidalgo, Morelos, Juárez, Ocampo, Madero y Villa”.
Lo anterior, porque aseveró que “no se puede ocupar un cargo sin perseguir un ideal de justicia, sin buscar una transformación”. En este sentido, señaló que, aunque “los conservadores” denigren a Zapata Salazar y a otros de los personajes mencionados, “para nosotros son héroes”.
Por su parte, activistas, organizaciones y los familiares de Zapata realizaron una marcha en Chinameca, donde murió baleado el caudillo el 10 de abril de 1919, para protestar en contra del asesinato de activistas y los “proyectos de despojo” impulsados por el gobierno federal.
Sobre este último tema, acusaron que con la aprobación del Proyecto Integral Morelos (PIM), que incluye la termoeléctrica de Huexca y un gasoducto que pasa por Puebla, López Obrador “ha traicionado los intereses de nuestros pueblos”, razón por la cual decidieron dejarlo plantado en la celebración oficial.
