Alrededor de mil mujeres en Puebla marcharon en el primer cuadro la ciudad en contra de la violencia machista, visibilizar que aún falta por hacer para lograr equidad y a favor despenalización del aborto con paliacates verdes que sobresalieron en los contingentes.
Minutos después de las 18:00 horas, del reloj de El Gallito salió la manifestación en la que hasta el final estaba un bloque de hombres que dio su apoyo al movimiento.
La comitiva iba encabezada por Martina Hernández, mamá de Karina García Hernández, quien desapareció en 2016.
Mientras comenzó a subir sobre la avenida Reforma, las mujeres clamaron: “Somos malas, podemos ser peores y al que no le gusta, se jode”, así como “y ahora que estamos juntas y ahora que sí nos ven, abajo el patriarcado que va a caer y arriba el feminismo que va a vencer”.
También colocaron imágenes con leyendas como “emancípate mujer” y pintaron de violeta, color que simboliza el feminismo, las frases “A ser libres entre las libres” o “Les jode ver paredes rayadas, pero no mujeres asesinadas”.
Esta ocasión resaltó que la mayoría de ellas llevaba paliacates verdes para manifestar su inconformidad con las leyes que criminalizan su derecho a decidir sobre su cuerpo con castigos de hasta 5 años de cárcel en el caso de Puebla.
Por ello, a la altura de la 3 Sur dieron vuelta a la derecha para recorrer dos calles y luego subir sobre la 5 Poniente, sede del Congreso local que clausuraron simbólicamente con carteles verdes que decían: Educación sexual para decidir, aborto legal para no morir.
Madre de desaparecida pide apoyo
Luego siguieron su recorrido para girar a la izquierda y pasar frente a la Catedral, sobre la 16 de Septiembre y pasar frente a Los Portales, donde un grupo de mujeres que cenaba en los restaurantes del corredor les aplaudió.
Retomaron Reforma para llegar a su destino ya caída la noche: la plancha del zócalo, donde ya las esperaba un mitin con veladoras sobre en el piso, con la Fuente de San Miguel y el Palacio Municipal vestidos de violeta por las luces que los iluminaban.
Mientras esperaban a que se reunieran los tres contingentes (dos de mujeres y el de hombres), seguían clamando para que la gente las escuchara. Justo de bajo del asta bandera, una de las líderes feministas tomó el micrófono para recordar que seguirán en resistencia y enlistar cifras sobre feminicidios y maltrato.
También pasó Martina Hernández, mamá de García Hernández, quien desapareció en San Lucas Atoyatenco, San Martín Texmelucan, pero sin que la Fiscalía General del Estado (FGE) les dé avances.
En apoyo a su madre, las feministas levantaron el puño cerrado y gritaron: No estás sola.
Finalmente, la líder retomó la palabra para advertir: Somos muchas, pero seremos muchas más; salimos a las calles porque son nuestras, para denunciar cómo nos sigue violentando el Estado.
