A tres meses del inicio del nuevo gobierno federal, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que al menos cinco periodistas “con custodia” han sido asesinados en México, lo cual atribuyó a la “descomposición” del país y a falta de atención a la seguridad.
Lo anterior, este martes durante su conferencia de prensa matutina, donde señaló a las administraciones precedentes por dejar sin solución el problema de violencia contra comunicadores y fiar otras prioridades.
Ante la pregunta sobre si su gobierno impulsará reformas a la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, promulgada en 2012, sólo señaló que buscarán proteger a los ciudadanos con su nueva estrategia de seguridad, cuyo eje es la Guardia Nacional.
Este ordenamiento creó el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, al cual habían ingresado varios de los comunicadores asesinados.
Aunque no mencionó nombres, este medio ha registrado que, en diciembre de 2018, el primer mes de la administración obradorista, fueron acribillados los reporteros Jesús Alejandro Márquez, en Tepic, Nayarit, y Diego García Corona, en Ecatepec, Estado de México.
En lo que va de este 2019, han sido asesinados Reynaldo López, en Hermosillo, Sonora, el 16 de febrero; José Rafael Murúa, en Baja California Sur, hallado muerto el 20 de enero, y Jesús Enrique Ramos, en Tabasco, el de febrero.
Apoya a Ramos, pero insiste en no intervenir
En cuanto al caso de Jorge Ramos Ávalos, periodista mexicano quien fue retenido por una tres horas en Venezuela por incomodar al presidente Nicolás Maduro Moros con sus preguntas, le manifestó su apoyo, pero insistió en que su gobierno mantendrá una postura de no intervención en el conflicto.
De acuerdo con el reportero, quien trabaja para la cadena Univisión en Estados Unidos, tras 17 minutos de entrevista con Maduro Moros, a este le molestaron sus preguntas sobre la crisis social en el país y que le mostrara un video de jóvenes buscando comida en un camión de basura, por lo que se levantó y abandonó el lugar.
En seguida, el ministro Jorge Rodríguez les dijo que la entrevista no estaba autorizada, les confiscaron todo su equipo de grabación y los mantuvieron separados en un cuarto de seguridad dentro del Palacio de Miraflores.
Desde el inicio de su gobierno, López Obrador ha insistido, junto con Uruguay, en una “solución pacífica” entre las partes en conflicto en Venezuela y se ha abstenido de reconocer al autonombrado presidente interino Juan Guaidó Márquez.