Columnistas-GuillermoAlbertoHidalgoVigueras

Pues como lo dice el encabezado de nuestra colaboración de esta semana, las cosas en el municipio realmente van de mal en peor, por una parte, por el emberrinchamiento de la edil del nuestra Puebla Capital en proteger a una inepta funcionaria que no funciona, y por la otra, por la ignorancia e ineficiencia de esa inepta que pusieron a la cabeza de la Secretaria de Seguridad Pública en nuestra querida e histórica Puebla Capital.

Este personaje llegó a tal puesto, no obstante, los sonados fracasos de toda su carrera profesional, al menos en lo que ha tratado de desarrollar en el tema policial a cuyos actores odia, y siempre se ha distinguido por perjudicarlos, y en la Seguridad Pública, asunto en el cual tiene cero experiencias, esto es, no conoce nada, pues nada podrá desarrollar.

Es increíble que, por amistad, sociedad, amiguismo, recomendaciones o qué se yo por qué razón, se siga protegiendo lo improtegible, aún a costa del daño a los integrantes de la comunidad poblana. Y que la delincuencia, ya sea un fenómeno imparable en nuestra comunidad por falta de conocimiento en el tema y el manejo de instituciones policiales, y aun así sean tan cínicos de decir que los logros en el tema son “impresionantes”.

Me explico, y solo doy muestra de algunos puntos a tratar de la interminable lista de errores imperdonables de quien cobra como secretaria sin merecérselo:

1. La violación de un policía a una ciudadana “infractora” alcoholizada y que las voces dentro y fuera comentan que este violador es familiar del chofer personal de la ignorante secretaria, caso que no debe afectar al mencionado chofer, pues cada quien es responsable de sus actos a no ser, que por este puesto defienda a su familiar en colaboración con su jefa…valla usted a saber.

Pero a esto habrá que sumar que el año pasado un elemento de la misma corporación le quita la vida a otro compañero de la policía, por andar jugando con su arma de cargo en una tienda de conveniencia.

Estos dos asuntos no tendrían aparentemente nada que ver, si no es que, a decir de los propios miembros de la comunidad policial, son integrantes de la protegida generación de bachillerato policial, que irregularmente se encuentran cobrando como policías en la entidad, ya que aparentemente aún no tienen su curso de formación inicial por berrinche de la entonces rectora, que presumía una policía joven y diferente con una mentalidad diseñada por ella, pero por las naguas de la ignorante funcionaria y para hacerse lucir de que es una generación que ella preparó, pues hubo que contratarlos, las preguntas serían:

a. ¿Están legalmente autorizados para el uso de armas de fuego?
b. ¿Cuentan con su curso de formación inicial que los acredite como policías operativos, o se les engañó a ellos y a sus padres que confiaron?
c. ¿Esa es la mentalidad que la Pequeña Lulú indujo en la mente de cada uno de los integrantes de esa generación?
d. ¿Tienen la preparación suficiente, académica, legal y operativa para andar en las calles tomando decisiones que pueden dañar a la ciudadanía?

2. Por otra parte, el probable nepotismo, nombrando a quien se ostenta como su sobrina a fin de designarla Jefa del Estado Mayor Policial, tema que ni ella ni su supuesta tía saben con que se come, pero la puso como jefe de esa delicada comisión a quien no conoce del tema y tal vez ni siquiera tenga su curso de formación inicial (¿Dónde está la contraloría y el INAI?) a quien presume de ser su sobrina y es protegida ferozmente como a ella la protege la presidenta municipal.

3. Desapareció esta inútil secretaria, esfuerzos que la anterior administración llevó a cabo con reconocimiento nacional como el Instituto de Investigación de Políticas Criminales y la jefatura de atención a las víctimas, desarrolladas por profesionales de la materia provenientes de diversas Universidades, entre ellas la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en detrimento por supuesto del servicio a la comunidad, acción por cierto creada a iniciada y llevada a cabo por cierto, por el actual Secretario de Seguridad Pública del Estado de Puebla y supuestamente su amigo, pero ya saben ustedes “de que la perra es brava”…

4. Por otra parte, gran contradicción entre las políticas del Presidente de la República Mexicana Andrés Manuel López Obrador en el sentido de cero corrupción, nepotismo y protección a quien no sabe hacer su trabajo y totalmente en contrario se toman decisiones y es lo que no hacen en la Administración de Puebla Capital.

5. Y para acabarla de fregar y gracias a sus ignorantes órdenes, se va de la dependencia el Director de la Policía Municipal el Dr. Humberto Rivera García, policía experimentado, hijo de un Militar y Policía, creador de las unidades caninas en la Policía del Estado de Puebla, pero sobre todo Humberto Rivera, es un profesional de la seguridad entregado a los cuerpos policiales a los que ha servido en nuestra entidad, a costa de que como bien lo dicen los integrantes operativos se quedan en el desamparo laboral y operativo por las imprudencias y tonterías de la Pequeña, muy pequeña Lulú.

6. A esto y luego de los ruegos y lloriqueos, llega José Tlachi, policía de años con experiencia proveniente de la Subsecretaría de Seguridad Pública del Estado, como respuesta a un grito de desamparo e impotencia de la misma Lulú que ya no sabe qué hacer.

En fin, que la lista de errores es interminable y las repercusiones a los que nos desenvolvemos en Puebla también, ¿en que va a acabar esto?, ¿Repensara Rivera Vivanco y corregirá el rumbo?, o al igual que el otro Rivera, aguantara a su preferido, aunque se destroce la seguridad de los poblanos.

Parece que, en éste caso, sus intereses son lo primero, sus compromisos, sus conveniencias y los ciudadanos, esos…esos vienen después…

¿O no?
Juzgue Usted
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