Shoruq: un espacio seguro para la niñez palestina.
Shoruq: un espacio seguro para la niñez palestina. Foto: shoruq.org
Shoruq: un espacio seguro para la niñez palestina.
Shoruq: un espacio seguro para la niñez palestina. Foto: shoruq.org

Shoruq es una organización en la que se proporcionan talleres para la niñez refugiada palestina, ahí se puede desde grabar música, aprender rap, el uso de cámaras y hasta solicitar apoyo para menores que enfrentan problemas con la ley local.

En entrevista desde Belén, Palestina, Hazem Alqassas, quien es líder de la organización, dijo que Shoruq (amanecer en árabe) nació por la preocupación de ver jugar a la niñez refugiada palestina en los pocos e inseguros lugares existentes, pues Israel ejerce una ocupación de los territorios palestinos, lo que ha provocado un constante despojo de la población que incluso ostenta el reconocimiento internacional de refugiada.

Shoruq se ubica en Dheisheh, uno de los 19 campamentos de personas refugiadas localizados en Cisjordania (también llamada Westbank); ahí, la falta de servicios básicos, hacinamiento y la violencia de parte de las fuerzas israelíes son una constante para las 40 mil personas que viven alrededor de la organización, así que sus colaboradores pensaron en formar un lugar en el que la niñez fuera distinta a la que vivió su generación.

Hazem Alqassas dijo que la iniciativa surgió en 2012 ofreciendo talleres para la población más pequeña; durante estos 7 años, Shoruq se ha concentrado en dos líneas de acción: impartición de talleres y apoyo a infantes que enfrentan problemas con la ley palestina.

La primera rama concentra un centro de medios en el cual se graban, producen y editan contenidos audiovisuales, desde reportajes hasta canciones y poemas; al respecto, el líder de la organización afirmó: “creemos que los medios son una buena forma de abrir la puerta para que ellos hablen de sus problemas y de sí mismos, manden sus mensajes al resto del mundo y envíen nuestro mensaje a la gente”.

También hay talleres de dabke (un baile tradicional) e incluso existe un grupo representativo el cual ha tenido presentaciones en Estados Unidos; “Bailamos para proteger nuestro legado”, indicó Hazem Alqassas, ya que Israel también ejerce una apropiación cultural.

Viajar para mostrar su cultura

Otro de los grupos más conocidos es el de Rap Girls (un grupo de niñas menores de edad) quienes también rapearon en territorio estadounidense.

El entrevistado mencionó que estas dos agrupaciones demuestran a la niñez palestina que a pesar de la ocupación: “pueden viajar y mostrar su cultura”, aunque advirtió que para los artistas no fue fácil, les tomó un día entero poder tomar el avión, debido a los puestos de control israelíes y el cruce de fronteras hacia los países vecinos, sin contar, los meses que tomó la solicitud de permiso para salir del campo de refugiados.

Con los talleres, Shoruq busca que la infancia encuentre actividades por amar y considere al arte como una vía digna para lograr sus derechos, porque “no creemos en la violencia”.

Por otro lado, aseguró a este medio que también brindan asesoría legal y atención psicológica a menores que tengan problemas con la ley.

A la fecha, la organización brinda este tipo de atención a 90 menores, así como les ayuda a reintegrarse a la sociedad o la escuela.

Y es que aseveró que muchos de los problemas son debido a las paupérrimas condiciones en las que viven en el West Bank; la falta de electricidad, la pobreza, un sistema educativo pobre, sin embargo advirtió: “no queremos esperar nuestra libertad para resolver los problemas sociales”.

Niños enseñando a otros niños

Enfatizó que tampoco es adecuado culpar de todo a la ocupación y agregó que como toda sociedad, la palestina también sufre de corrupción o ideas conservadoras, sin embargo, en tono consolador, comentó que Shoruq quiere “hacerles sentir que hay esperanza” y compartió que varias niñas se han acercado con el personal para decirles que son más seguras de sí mismas.

Un aspecto innovador de esta organización es que trabaja el modelo “niño a niño” es decir, unos se enseñan a otros y cuando lo han aprendido, lo instruyen a quienes son menores.

Alqassas refirió que las niñas son un grupo muy activo y ejemplificó que cuando comenzaron a cantar rap la gente no se mostró de acuerdo, pero “ahora todos las aman, están orgullosos de ellas” e incluso los cursos de este género son los que más inscripciones tienen.

Al final de la entrevista, Hazem comentó que le fascina su tarea en Shoruq y reconoció que el trabajo social toma tiempo y se expresó triste al saber que mucho niños palestinos no conocen el mar que está a un poco más de una hora de camino debido a que Israel no les permite salir de Cisjordania.

Mencionó que este espacio no sólo ayuda a que la niñez mejore sus habilidades, sino también su liderazgo y a darse cuenta que “la frontera de sus vidas no es la frontera del campo de refugiados”.

Por último, manifestó su preocupación por la situación de violencia que enfrenta México, Nicaragua y Brasil porque “todos somos seres humanos” y “no elegimos ser parte de esto”.

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