Debido a que exempleados de la extinta Luz y Fuerza del Centro (LFC) denunciaron irregularidades en contratos de trabajo, el gobierno federal revisará los permisos de la hidroeléctrica en Necaxa para “terminar con la corrupción” en el sector energético.
Así lo indicó el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su rueda de prensa matutina, donde dijo que el proyecto que se emprendió tras el cierre de la planta, por la extinción de LFC, se ha realizado entre opacidad.
Agregó que tras las denuncias de empleados del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se decidió abrir una investigación y revisar el contrato, así como los permisos, entregados a las empresas Fénix y Mota Engil para la operación de la hidroeléctrica.
En la rueda de prensa López Obrador también señaló que la Secretaría de Energía (Sener) tiene la tarea de localizar y hablar con los extrabajadores, aunque será difícil debido a que están divididos.
“Tenemos que buscar la forma de unificarlos, sobre todo a los trabajadores, tomando en cuenta también la opinión de los antiguos dirigentes“, sostuvo.
De acuerdo con los afectados, el proyecto con el que podría recuperar sus empleos no fue transparente ni equitativo.
Y es que en 2009, durante la administración del expresidente panista, Felipe Calderón Hinojosa, se cerró LFC, dejando a 40 mil trabajadores sin empleos, muchos de ellos laboraban en la hidroeléctrica Necaxa, ubicada en el municipio de Juan Galindo, Puebla.
Sin embargo, no fue sino hasta 2015 cuando se volvió a operar en la planta, por lo que Fénix y Mota Engil se comprometieron a recontratar a los trabajadores, a cambio el gobierno federal comprara la energía producida.
Lo anterior debido a que el gobierno de Enrique Peña Nieto les entregó a ambas empresas la concesión para operar la hidroeléctrica de Necaxa, contratos que ahora serán revisados.
