Carolina Álvarez Domínguez, estudiante de medicina de la BUAP, denunció agresión sexual por parte de un sujeto que también intentó asaltarla cuando salió a tirar la basura después de las 19:00 horas del pasado jueves; asegura que su único error es “ser mujer”.
La alumna hizo pública su experiencia en Facebook, donde indicó que el 17 de enero, sin cosas de valor y sólo las llaves de donde vive, se dispuso a sacar la basura acumulada.
Al llegar al sitio, vio a un hombre parado que no se le hizo sospechoso, pero cuando se volteó para dejar su bolsa, sintió que ya estaba detrás de ella, con un objeto punzocortante en su espalda y diciéndole que tenía que “quedarse callada”.
Le pidió que le diera lo que tenía de valor, pero ella le contestó que solo tenía unas llaves, así como el tipo le preguntó si había alguien en su casa a lo que ella asentó, lo cual no era cierto, pues por su narración, se intuye que vive sola al ser de otro estado.
“Me dijo que íbamos a caminar juntos y que yo no iba a cometer ninguna estupidez porque de lo contrario ya sabía lo que me iba a pasar… les seré sincera, hasta ese momento yo accedí a todo y me dije ‘está bien, que entre a la casa y se lleve las cosas materiales y que me deje en paz’”, contó.
Sin embargo, la estudiante se dio cuenta que no solo quería eso, ya que la empezó a tocar de manera lasciva, ante lo que ella reaccionó con miedo y furia, pues le gritó que no iba a hacer nada de lo que dijera, provocando el enojo el sujeto que la seguía amenazando para que se callara.
Agresor se da a la fuga
“Con todo el coraje que tenía, mordí su mano y cuando me soltó comencé a gritar como loca, por lo que el señor me empezó a golpear en la cara para que me callara, pero seguí gritando lo más fuerte que pude en un último intento por conseguir que alguien me escuchase, además sentía que era la última vez que iba a poder hacerlo y quería que mínimo se escuchara que no me fui en paz”, aseveró.
Sus gritos fueron escuchados por unos jóvenes que estaban jugando fútbol y acudieron a su auxilio; su agresor se fue corriendo y aunque intentaron alcanzarlo no pudieron.
Su publicación la acompañó por fotografías que evidencian la violencia física de la que fue víctima, además de que resaltó que no se cometió un feminicidio porque gritó y aunque reconoce que quizá fue arriesgado reaccionar así, al final de cuentas decidió “echarse un volado al aire”.
Hizo un llamado a todas las mujeres a no quedarse calladas, no dejarse sorprender y pelear “hasta el último momento”.
Finalmente, lamentó la inseguridad en el país y lamentó que hasta para levantar una denuncia sea un martirio, aunado a que “el gobierno no hace nada”.
