El promedio de aprobación del expresidente Enrique Peña Nieto fue de 37 por ciento y su desaprobación llegó a 59 al final del sexenio, un fenómeno sin precedentes, al igual que la aceptación del 69 por ciento de Andrés Manuel López Obrador como su sucesor.
De acuerdo con Parametría, durante la gestión de Peña Nieto se observó por primera vez la desaprobación del Ejecutivo por arriba de la aceptación, pues el promedio de aprobación de Vicente Fox Quesada, de 2000 a 2006, fue de 54 por ciento y el rechazo de 29 por ciento, mientras que Felipe Calderón Hinojosa, de 2006 a 2012, obtuvo 67 por ciento y 28 por ciento, respectivamente.
Peña Nieto ganó la presidencia en julio de 2012 con 38 por ciento de la votación y arrancó en diciembre del mismo año con 55 por ciento de aprobación, la cual en 2013 llegó hasta 63 por ciento, pues en este tiempo se dio a conocer el “Pacto por México” y se tenían altas expectativas de su gobierno.
Sin embargo, desde 2014 el rechazo fue aumentando, sobre todo tras darse a conocer el tema de la casa blanca y la desaparición forzada de los estudiantes de Ayotzinapa. El porcentaje más alto se registró en enero de 2017, cuando ocho de cada diez entrevistados reprobaron su gestión, mientras que sólo 15 por ciento estaba conforme.
En su sexto año de gobierno, el 81 por ciento de mexicanos dijeron que Peña Nieto hizo menos de lo que esperaban y su imagen alcanzó una opinión negativa de menos 52 por ciento; la caída más importante tuvo lugar en enero de 2017 cuando llegó a menos 62 por ciento, coincidiendo con el aumento al precio de la gasolina.
Aprueba 71% a López Obrador
Al contrario, desde agosto de 2018, López Obrador, quien ganó la elección con 53 por ciento de aprobación, recibió en un inicio la aceptación del 71 por ciento de personas, cuyo número recientemente cayó al 69 por ciento.
Parametría comenzó a medir la aprobación del entonces gobierno electo desde aquel mes porque este empezó a implementar su agenda, reunirse con su gabinete y los equipos de transición apenas un día después de ganar las elecciones, lo cual “no era parte del ritual mexicano de la transición”.
La opinión que las personas tienen de López Obrador ha ido cambiando en el tiempo, ya que desde diciembre de 2017 hasta ahora se encuentra en los porcentajes más altos de opinión positiva, pero la opinión más baja del tres veces candidato presidencial se registró en septiembre de 2008.
Desde junio de 2006 ya se observaba una tendencia a la baja en la buena opinión sobre López Obrador, esto coincidió con el plantón en Reforma. En 2012, cuando volvió a competir por la presidencia aumentó al 30 por ciento, sin embargo, después de la elección volvieron a disminuir.
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales
