Todos esos adultos que nacieron entre los 80 y 90 solían pedir característicos juguetes para Navidad y a Los Reyes Magos, entre los que se encuentran Game Boy, Avalancha, Tamagochi, Barbie, Max Steel, Furby y hasta juegos de mesa como Adivina Quién.
Entre los artículos solicitados por la generación milenial se encuentran los triciclos Apache, famosos por sus comerciales y eslogan para dejar en claro que eran de los vehículos que “duran”.
Para las niñas se encontraba el famoso juego de mesa Línea Directa, que consistía en un tablero, dados, cartas con información sobre hombres y un teléfono rosa para recibir mensajes de “potenciales” citas.
En esa misma línea se encontraba Adivina Quién, en el que tenías que descubrir el personaje de tu rival en base a preguntas sobre el físico, tales como ¿tu personaje tiene bigote?
Los niños de dichas épocas solían pedir en sus cartas Tamagochi, un juego de video cuya pequeña consola tiene forma de huevo y trata sobre tener una mascota, la cual tenías que alimentar y cuidar o sino moría.
Además, solían pedir los famosos patines de Fisher-Price, que no eran en línea y lo cuales podías ajustar dependiendo del tamaño de tu pie y hasta podías usar con todo y tenis.
Otro más tradicionales querían una Avalancha, que es un vehículo bajo, básicamente una tabla con ruedas, freno de mano y volante, en el que te sentabas y dejabas que tus familiares o amigos te empujaran por una pendiente, lo que generalmente terminaba con alguien estrellándose contra alguna puerta o coche.
En esos años también se popularizo la consola personal de Nintendo, que salió bajo el nombre de Game Boy, que tenía forma de ladrillo y probablemente el mismo tamaño. Su primera versión fue en blanco y negro, gracias a la tecnología disponible de la época. Además, sus juegos eran cartuchos muy pequeños para ese entonces, aunque su precio era poco accesible.
Un poco antes los niños pedían algunas otras consolas como el NES de Nintendo, Family o SEGA, que contaba con juegos como Las Tortugas Ninja, Los Looney Tunes y Contra.
Algo que no podía faltar en las cartas que mandaba las niñas eran las Barbies, mientras que en la de los niños a partir de los 90 comenzaron a pedir los muñecos Max Steel, que eran grandes y tenían algunas armas incluidas como pistolas y hasta lentes.
Otro de los favoritos eran las pistolas de dardos marca Nerf, así como los coches de control remoto, bicicletas, Playmobil, entre otros juguetes.
