Con 53 votos a favor y 15 en contra, el Senado aprobó la llamada “ley de conciencia” que permite al personal médico y enfermeras se podrán negar a participar en los procedimientos que contravengan sus valores o principios éticos, como el aborto y la eutanasia.
Tras un largo debate el jueves, los senadores aprobador, por mayoría de votos, introducir el artículo 10 bis a la Ley General de Salud que indica que el persona afiliado al Sistema Nacional de Salud podrá hacer uso de esa facultad siempre y cuando no se trate de emergencias en las que esté en riesgo la vida de la persona o bien, que no constituya un delito.
En caso de lo contrario, se incurrirá en causal de responsabilidad profesional.
Además el Sistema de Salud tiene la obligación de disponer de médicos no objetores de conciencia que reciban y atiendan al paciente cuando se haga efectiva la facultad, “sin que estas disposiciones puedan limitar el ejercicio de este derecho o generar discriminación en el empleo hacia quien lo haga valer”.
La senadora independiente Martha Angélica Tagle Martínez se manifestó en contra y argumentó que se trata de una reforma que va contra la progresividad de los derechos de las personas. De hecho, acusó que el PRI mantuvo un “pacto” con el Partido Encuentro Social (PES) en la Cámara de Diputados para aprobar esta reforma.
Angélica de la Peña Gómez, del PRD, indicó: “No, no nos hagamos tontos, esta reforma a la Ley General de Salud está dirigida para contrarrestar la progresividad de los derechos de las mujeres a decidir sobre nuestro propio cuerpo”.
El senador panista Jorge Luis Preciado rechazó esta aseveración del aborto y aclaró que lo que estaba a discusión “era el derecho del médico, enfermera o personal de salud a decidir si toma o no la vida de otro en función de su forma de pensar.
En tanto, el petista Zoé Robledo Aburto advirtió que esta ley propiciará el aborto clandestino con la consecuente mortalidad materna.
Fuentes: Crónica/AnimalPolítico
