El segundo piso de la autopista México-Puebla, que tuvo un costo de 10 mil 500 millones de pesos, fue calificado por la consultoría Fitch Ratings como una alternativa para los usuarios y, que es estratégico para el área metropolitana en la parte centro del país.
De acuerdo con el comunicado enviado por esta consultoría a la Bolsa Mexicana de Valores, se asignó a esta obra la calificación en escala nacional de “AAA”, con perspectiva Estable a la emisión de certificados bursátiles con clave LEPCB 18 que Libramiento Elevado de Puebla pretende colocar por hasta 4 mil 500 millones de pesos, a plazo de 28.5 años, con tasa de interés fija y vencimiento en octubre del 2046.
La calificadora añadió que, desde que fue inaugurado el 18 de octubre del 2016, el libramiento ha proporcionado alivio al tráfico de la autopista México-Puebla, que presenta una fuerte base de tráfico de viajeros frecuentes y una contribución creciente de vehículos pesados.
Fitch Ratings señaló que en 2017 hubo un mayor tráfico de camiones de carga, los cuales incrementaron su participación a 36.7 por ciento del 30.4 por ciento reportado en 2016; los automóviles tuvieron 61.8 por ciento, disminuyendo del 68.2 por ciento de 2016, mientras que los autobuses mantuvieron la participación de 1.5 por ciento en ambos años.
Según la calificadora, la estructura de la deuda es “fuerte y flexible”, ya que no tiene servicio de deuda obligatorio sino hasta el final del plazo y utiliza la totalidad del exceso de efectivo para realizar prepagos de deuda.
La fuente de pago serán los flujos remanentes que genere la operación del libramiento, el cual considera la capacidad del concesionario de aumentar las tarifas de acuerdo con la inflación, así como ajustarlas en función del tráfico observado.
Cabe mencionar que este tramo de 13.3 kilómetros es operado por las empresas OHL y Pinfra, que tienen la concesión para su operación y a la cual invirtieron el 50 por ciento del costo total de la obra.