De libros electorales y parientes incómodos en la Sep y la Fiscalía
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, indica que La reelección legislativa y de ayuntamientos en México, es el título del libro del magistrado Jorge Sánchez Morales, de la Sala Regional de Guadalajara del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que este martes se presentará en la capital del país.
La obra hace una revisión de la máxima historicista-constitucional mexicana “Sufragio efectivo. No reelección” y de la elección consecutiva que la Constitución de 1917 permitía al principio en el caso de legisladores. La prohibición se hizo absoluta en 1933.
El libro que puede descargarse de manera gratuita en la página web de la editorial www.tirant.com/mex incluye un prólogo muy interesante del magistrado de la Sala Superior Felipe Alfredo Fuentes Barrera sobre la elección consecutiva que en Estados Unidos y buena parte de Europa ha contribuido de manera eficiente a mejorar el desempeño y a fomentar la responsabilidad de los políticos frente a sus votantes.
Jorge Sánchez Morales, quien en Puebla presidió el Instituto Electoral del Estado (IEE) y fue magistrado del Tribunal local Electoral, sostiene que la reforma constitucional político electoral de 2014 que permitió la reelección de legisladores y ayuntamientos aún requiere de algunos ajustes en la normatividad interna de los partidos políticos.
Ello con el propósito de proteger y tutelar los derechos de los candidatos partidistas que se encuentren desempeñando un cargo de elección popular y busquen su postulación a una elección consecutiva, la equidad de género, los usos y costumbres de los pueblos y comunidades indígenas y de garantizar piso parejo o evitar inequidades en el desarrollo de la contienda electoral.
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Puebla ante la elección más violenta
Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, señala que el proceso electoral que se vive en el estado es el más violento de la historia de Puebla. A la fecha, suman 13 los candidatos, candidatas y precandidatos que han sido asesinados en Puebla.
Antes de este sangriento 2018, sólo en la elección federal de 1940, cuando aún estaba la sombra revolucionaria y gobernaba en Puebla, Maximino Ávila, se vivió una época tan oscura. Como se recordará, en esos años, Ávila Camacho ordenó encarcelar o matar a los simpatizantes de Juan Andreu Almazán, un general retirado.
Aquella ocasión, hace 78 años, los poblanos fueron a votar el 7 de julio con miedo. Por cierto, le cuento que en esa época sólo los hombres acudieron a las urnas y lo hicieron formados en dos filas. Una de las casillas se encontraba en el Parque Juventud Revolucionaria atrás de lo que hoy es el hospital de la Cruz Roja.
Maximino fue ubicando personalmente en la casilla a cada uno de los “almazanistas” para posteriormente ordenar la ejecución de la mayoría de ellos.
Pero a diferencia de hace casi 8 décadas, hoy no estamos en la etapa posrevolucionaria, tampoco nos gobiernan militares. La violencia y el luto que enmarcan estas elecciones son resultado de un problema que se dejó crecer: la inseguridad.
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En Izúcar para ganar votos por el PAN lucran con damnificados o regalan seis meses de telefonía celular
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que si hay una zona donde ya se percibe una descarada y desmesurada compra de votos, es en el distrito 22 local de Izúcar de Matamoros, en donde han surgido muchas formas de comprar conciencias presuntamente a favor de la coalición encabezada por el PAN, que van desde lucrar con los damnificados por el sismo del pasado 19 de septiembre hasta ofrecer telefonía celular gratis por seis meses.
En mucho se interpreta que esta compra masiva de votos se debe a que el candidato de la coalición Por Puebla al Frente, Gerardo Islas Maldonado, se encuentra desesperado de que el distrito de Izúcar de Matamoros se ha convertido en el principal corredor de Morena en el estado, al marchar en el primer lugar de las encuestas que miden la intención del voto.
Islas, cuentan los enterados, había repartido entre candidatos y presidentes municipales una serie de encuestas que colocaban a la coalición “Por Puebla al Frente” en el primer lugar de la contienda.
El objetivo era crear una percepción de que todos se debían sumar en apoyo a su persona para lograr un triunfo conjunto de las fuerzas políticas adscritas al morenovallismo.
Por eso resultó un gancho al hígado que la semana se difundiera –en redes sociales– el resultado de un sondeo realizado por Método Lógica Encuestadora, la cual ubica a Morena y su candidato Melitón Lozano con una ventaja de entre 20 y 32 puntos por arriba de todos los contendientes por la alcaldía de Izúcar de Matamoros, que es el municipio más importante de la región y define poco más de 40 por ciento de la votación del distrito.
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¿Y los 900,000 votos de Meade?
Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, señala que ¿Yo no sé cómo le va a hacer (Rafael) Moreno Valle para garantizar los 900 mil votos que me ofreció?
Eso preguntó un molesto José Antonio Meade, candidato del PRI, Verde Ecologista y Panal, quien se arrepiente de haber creído en la palabra del ex gobernador de Puebla.
“De qué sirve que le hayamos dejado hacer lo que quiso con el Verde y el Panal en Puebla, si se puso a operar en nuestra contra”, remató.
Fuentes cercanas a la campaña presidencial refieren malestar contra el poblano, porque toda la estructura que ofreció sólo sirve para sus intereses.
A ver si no se lleva una sorpresa en la gubernatura.
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Carrancá: la renuncia no basta
Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, indica que el Fiscal, técnicamente renunció, gracias al halo de autonomía transexenal pactada con Rafael Moreno Valle, como premio por ser su escudero, el garante de impunidad para su grupo político.
Su cabeza es ya exhibida en la plaza pública como maniobra de mercadotecnia, que pretende obtener un beneficio electoral.
En la eternización de Carrancá, existió un evidente pago de facturas por los muchos y enormes favores prestados al régimen de Rafael Moreno Valle.
Si bien, el cumplirle cabalmente a su jefe es una consecuencia natural de quien se alquila, no cualquiera se hubiera echado los trompos que se aventó el hoy defenestrado, en su paso por la administración pública estatal.
Mire que se necesita valor para haber prostituido descaradamente las instituciones del estado en aras de encubrir a los asesinos de José Luis Tehuatlie Tamayo, el niño indígena que murió como consecuencia del operativo de “rescate” de la autopista a Atlixco, en el poblado de San Bernardino Chalchihuapan, aquel 9 de julio de 2014.
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¡AMLO sería presidente con 30 millones de votos!
Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, señala que hace unos meses era una frase que se aplicaba a Peña Nieto y sus secuaces: no entienden que no entienden. La misma frase se aplica en estos días, pero al ámbito electoral: no entienden que no entienden por qué, encuesta tras encuesta, López Obrador continúa creciendo y los candidatos del ‘PRIAN’ simplemente no entran en competencia. No entienden qué sentimiento impulsa el boost de AMLO que, ahora sí, es indestructible.
En términos millennial, López Obrador es el tren del ‘mame’: la tendencia viral a la que todo mundo quiere subirse.
Tomando como base las últimas encuestas electorales, aquí algunas cifras mareantes del nivel al que podría llegar la victoria del tabasqueño.
De acuerdo con el INE, el padrón electoral llegó a 89 millones de potenciales electores. Si se cumple el último cálculo que prevé un 70% de participación, es decir, irán a las urnas 7 de cada 10 mexicanos, significa que votarán alrededor de 62 millones de mexicanos, 12 más que en la anterior elección presidencial.
Descontando los votos nulos o por candidatos no registrados, que en cada elección es de alrededor de 3% —1 millón 800 mil votos— significa que nos quedan 60 millones de votos a repartir entre los cuatro candidatos presidenciales: López Obrador, Meade, Anaya y ‘El Bronco’.
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Peña Nieto y AMLO: ¿Pacto o Mito Genial?
Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, indica que la semana pasada escribí una columna sobre un funcionario público de altos vuelos que fue citado en Los Pinos para hablar del cierre de la administración.
Durante el encuentro, el presidente Peña Nieto no dijo una sola palabra sobre las elecciones y, mucho menos, sobre cómo ayudar a José Antonio Meade.
El fantasma de una negociación entre Peña y AMLO se fue a dormir con dicho funcionario.
Pocas horas después, en un mitin de su incansable campaña, López Obrador dijo que habría que apoyar al presidente en sus negociaciones con Donald Trump.
Y dijo más.
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