PrimerPlano-LoQueDicenLasColumnasDe-Puebla

De comensales grillos, candidatos en apuros y pleitos de consejeros electorales

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que este miércoles en el restaurante de moda de la zona de La Noria el candidato a gobernador de la coalición Juntos Haremos Historia, Luis Miguel Barbosa Huerta, se reunió a comer con un grupo de empresarios y políticos interesante.

En la mesa del candidato estuvieron el ex dirigente estatal del PRI, ex presidente municipal de Puebla y ex presidente del Tribunal Superior de Justicia, Guillermo Pacheco Pulido, acompañado de sus hijos Guillermo y Javier Pacheco Pensado, el empresario relojero Enrique Torres Ramé y su papá Enrique Torres Andrade, así como el empresario joyero Gregorio Suárez, el textilero Carlos Sáinz y Ángel Diez de Urdanivia Arámburo “El Chivo” quien me aseguran fue el organizador del encuentro que tuvo como propósito agasajar al hijo mayor de Pacheco Pulido.

Para los selectos y grillos comensales del Atelier Zarate el grupo no pasó inadvertido, por lo que las especulaciones sobre los motivos y alcances de la comida no se hicieron esperar.

***

El PRI debería ir evaluando la posibilidad de sustituir a su candidato a la presidencia municipal de Huaquechula, Raúl Marín Espinoza, ya que la justicia pronto podría alcanzarlo por las cuentas y recursos que no comprobó en su gestión como alcalde de este municipio, correspondientes al ejercicio fiscal 2013.

Se sabe que en unos días más la Auditoría Superior de la Federación (ASF) podría embargar las participaciones del ayuntamiento y al alcalde saliente de Huaquechula, Edwin Mora Caballero, fincarle un crédito fiscal por más 30 millones de pesos, por la no justificación de partidas del Programa de Fortalecimiento Social Municipal.

Aquí la columna completa

Turquesas, de príncipes a mendigos

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que los tiempos de jauja del Partido Nueva Alianza pasaron a formar parte del álbum de los recuerdos de la política nacional.

Las campañas millonarias pagadas con el dinero de los maestros, en las que llovían playeras, gorras, sombrillas y todo tipo de artículos promocionales, además de la estructura mapacheril del SNTE son sólo parte del anecdotario del partido de la maestra Elba Esther Gordillo.

Hoy la danza de los billetes pasó de Nueva Alianza al feudo que arropó a los nietos de la maestra.

Al haber caído en la orfandad política, y en este nuevo escenario de pobreza, la dirigencia de Nueva Alianza citó la semana pasada a algunos de sus candidatos para “entregarles su propaganda”.

Cuentan los propios candidatos que hasta ahora no les han liberado recursos para sus respectivas campañas. Sin embargo, los aspirantes se llevaron un terrible chasco luego que en lugar de pendones, lonas, microperforados o volantes; solo les entregaron una memoria USB con las fotografías de cada candidato y la llamada identidad gráfica; es decir que les dieron únicamente el manual de identidad gráfica, determinando ahí los colores y la tipografía que deben utilizar en su propaganda.

Aquí la columna completa

Mancera desconcertó a los morenovallistas al negarse a ser un testaferro contra Barbosa

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, señala que luego de que el morenovallismo logró –y quedó exhibido– que el PRI poblano, junto con su candidato Enrique Doger Guerrero, fueran sus nuevos aliados –o mejor dicho sus comparsas, sus testaferros– en contra de Luis Miguel Barbosa, el aspirante de Morena a la gubernatura de Puebla, “el plato fuerte” de la andanada de ataques contra el abanderado de la izquierda era el utilizar en su contra la figura de Miguel Ángel Mancera, el ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México, pero de última hora el ex mandatario capitalino se negó a prestarse al juego político del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.

En su momento, Miguel Ángel Mancera, como jefe de Gobierno de la Ciudad de México, y Luis Miguel Barbosa Huerta, como presidente del Senado o líder de la bancada del PRD en la Cámara Alta del Congreso de la Unión, fueron las dos figuras políticas más importantes de la izquierda en el ámbito de la política nacional.

Muchas veces se les vio como aliados y constructores de un mismo proyecto político. Barbosa en su momento llegó a apuntalar la figura de Mancera para que fuera candidato presidencial.

Y Mancera en varias ocasiones dijo que veía en Barbosa un buen prospecto para sucederlo en el gobierno de la capital del país.

Los caminos de ambos se dividieron cuando el político poblano se sumó –a principios de 2017– abiertamente al proyecto lopezobradorista y entonces Mancera se plegó, primero a los intereses del presidente Enrique Peña Nieto, es decir del PRI, y luego se acercó al PAN.

Aquí la columna completa

Moreno Valle, la mano que mece la cuna, hoy

Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, indica que “AMLO sí, Barbosa no”.

Así, con esas palabras, es la nueva cruzada morenovallista en contra del candidato de Morena a la gubernatura, Luis Miguel Barbosa.

Detrás de dicha campaña, disfrazada del supuesto rechazo de las bases de Morena a las imposiciones de Barbosa, se oculta la mano que mece la cuna.

Y es la de Rafael Moreno Valle, quien se nota desesperado porque la ola lópezobradorista se ha convertido en tsunami y arrasará con todo Puebla.

Ya no le importa Ricardo Anaya.

Aquí la columna completa

NO al país de fanáticos: victoria no es vendetta

Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, señala que insoltin an unacceptable, diría Ricardo Anaya, es el clima de intolerancia que comienza a construirse en el país. Lo dice quien ha sido linchador, pero también ha sido linchado. La inminente victoria de López Obrador en la elección presidencial no puede estar precedida por una ola de fanatismo que, por definición, es enemigo de la inteligencia.

México es una ‘olla de presión’, un barril de dinamita a punto de estallar por la tremenda agresividad que se vive y se sufre en las redes sociales. Todos los discursos de odio, las expresiones agraviantes, las amenazas de muerte, los deseos que violen a tus hijas y maten a tu madre, es cuestión de todos los días. Aquellos que somos figuras públicas —porque así decidimos serlo—lo sufrimos.

De alguna forma, antes los periodistas teníamos el monopolio del linchamiento mediático. Acusábamos, señalábamos e incluso difamábamos sin que del otro lado hubiera mecanismos de defensa. El poder de nuestra firma, por así decirlo, era absoluto para administrar la reputación de los políticos.

Pero las redes sociales no crearon una legión de idiotas —Umberto Eco dixit— sino que crearon cientos, miles, hasta millones de interlocutores que se sienten con el derecho de juzgarnos, amenazarnos, difamarnos y, en grado máximo, lincharnos como lo ocurrido a Ricardo Alemán, un experimentado periodista que juega al provocador pero que se chamuscó con el jueguito idiota de abrir la puerta a la promoción de un magnicidio de López Obrador.

Detrás de esos millones de interlocutores a veces ni siquiera hay personas reales. Se trata de bots, granjas operadas, máquinas del insulto y del odio. Insultar, gracias a los teléfonos móviles, es una actividad gratuita, sin costo ni riesgo, porque insultar cara a cara implica la posibilidad de recibir una sopa de nudillos.

Aquí la columna completa

Carlos Illescas: el poeta que descubrió el fuego

Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, indica que este miércoles, en la Sala Adamo Boari, del Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México, se realizó el homenaje al poeta Carlos Illescas en el centenario de su nacimiento. Le dejo al hipócrita lector un fragmento del texto que leí.

*

El poeta Illescas siempre fue un hombre de izquierda. De la izquierda pensante. De la izquierda moderada. Los gritos, los alaridos, no encajaban en su personalidad. Su voz era el mejor reflejo de su pensamiento: una voz generosa, inteligente, que invitaba a la conversación. No imponía su discurso. Prefería escuchar. Pero cuando hablaba, los dioses de la poesía se movían al ritmo de una danza épica.

Don Carlos tenía casi sesenta años cuando lo conocí, pero era un muchacho a la hora de comerse el mundo. Era el más joven de nosotros a nuestros veinte años. Era el primero en llegar, el último en irse. Sus manos acompañaban la fiesta del pensamiento. Tenía una curiosidad histórica y pudo haber dicho, como Mallarmé, la carne es triste, ay, y todo lo he leído.

Circuló por todas las autopistas posibles: la literatura, la poesía, el cine, la radio, el periodismo. Pero su principal preocupación siempre tuvo que ver con el lenguaje. Le quitaba el sueño el lenguaje. Por eso lo desgranaba, se enfrentaba a él, velaba las armas a su sombra.

Una de las mejores épocas de Radio Universidad se dio cuando fue una de las cabezas luminosas. El cine mexicano alcanzó algunos de sus grandes niveles de excelencia cuando escribió guiones para las películas de Rafael Corkidi y Juan López Moctezuma. Las aulas de Filosofía y Letras de la UNAM tocaron el cielo cuando hospedaron a maestros como él.
Fue un exiliado en México, pero nunca actuó como tal. Pronto se hizo hijo de estas tierras. Amigo de sus amigos, se rodeó de sabios como él con los que pasaba horas conversando de la poesía y sus misterios.

Aquí la columna completa

incendios forestales