Prospectos para un hipotético interinato
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, indica que en algunos círculos de Morena ha comenzado a especularse sobre quién sería designado gobernador interino, en el hipotético caso de que en Puebla se anularan las elecciones —después del 15 de septiembre— y la nueva Legislatura, la LX, tuviera que nombrar un gobernante para cubrir el periodo que se abrirá entre el saliente, José Antonio Gali Fayad, y el que sería electo en un proceso extraordinario.
Las especulaciones apuntan que dos son los principales prospectos: José Juan Espinosa Torres y Gabriel Biestro Medinilla, ambos, diputados locales electos emanados de la coalición Juntos Haremos Historia.
A José Juan se le identifica como un político protagónico, aunque con tablas y experiencia en la administración pública, que ha venido ganándose la confianza de Miguel Barbosa Huerta y de otros actores políticos de Morena, a raíz de su intervención en el MM Grand Hotel, donde supuestamente fue a reventar una mapachera del PAN.
Gabriel Biestro, quien pronto se despedirá de la dirigencia estatal de Morena, es hoy uno de los principales operadores y hombres de confianza de Miguel Barbosa. Su designación como gobernador interino sería bien recibida por los diputados locales de la coalición Juntos Haremos Historia, así como por algunos de los principales presidentes municipales de la entidad, cuya nominación él impulso.
Sobre José Juan Espinosa y Gabriel Biestro se afirma que el segundo incluso tendría más posibilidades, ya que el ex presidente municipal de San Pedro Cholula no descarta en un futuro ser gobernador, y el hecho de fuera nombrado interino lo dejaría fuera de esa posibilidad, ya que laConstitución de Puebla establece que nadie que haya desempeñado o ejercido funciones de gobernador puede volver a ocupar ese cargo,independientemente de que su nombramiento haya sido con el carácter de interino, substituto o encargado del despacho.
Aquí la columna completa
La sumisión dogerista
Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, señala que mientras la gran mayoría de los políticos mantienen la mesura en tanto se resuelven todas las impugnaciones y se determina quiénes fueron los ganadores de la contienda electoral, Enrique Doger parece que no se encuentra en ese grupo ya que fue el primero en desvivirse por apoyar quien hasta el momento ostenta una constancia de mayoría que le dio el Instituto Electoral del Estado, pero que podría no ser definitiva.
Desde la semana pasada Doger Guerrero se fabricó una rueda de prensa a la cual la mayoría de los reporteros de la fuente no acudieron. Él envió una fotografía y el audio de la reunión, lo cual generó sospechas entre los comunicadores ya que el único mensaje era que reconocía el triunfo de Martha Erika Alonso y aseguraba que Luis Miguel Barbosa había perdido.
Los días pasaron y este lunes comenzó a circular una fotografía del ex candidato priista posando con Martha Erika Alonso, aun cuando la dirigencia nacional del PRI políticamente se había mantenido al margen de lo que ocurre en Puebla, siguiendo la línea del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, quien solicitó que sean las instituciones quienes resuelvan el caso Puebla.
Uno de los escenarios que se han planteado es si se anula la elección, de concretarse, Enrique Doger estaría fuera de toda posibilidad de ser candidato nuevamente, sobre todo cuando mostró su felicidad por el triunfo del PAN.
Iván el terrible
Aquí la columna completa
Dicen que en el PRI buscan hacer ajustes de cuentas con la familia Morales Flores
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que dicen que en el PRI ha empezado a circular la idea, el proyecto, la tentación, de proponer ante la Comisión de Honor y Justicia del partido la sugerencia de expulsar al ex gobernador Melquiades Morales Flores o alguien notable de su familia, como parte de un supuesto ajuste de cuentas contra los priistas que han sido obsecuentes con el morenovallismo.
Una idea que raya un poco en el absurdo. Primero porque Melquiades Morales Flores no participó en la campaña, ya que se encuentra como embajador en Costa Rica. Y segundo, porque toda la familia Morales Flores –encabezada por Jesús Morales y Fernando Morales– efectivamente colabora abiertamente con el morenovallismo y desde hace mucho le dieron la espalda al PRI.
En el fondo lo que se busca es un proceso de legitimación, de lavarse la cara, de parte del dogerismo –que actualmente controla el PRI estatal–, para enfrentar el lastre de la más penosa derrota electoral que ha sufrido el Partido Revolucionario Institucional en toda su historia.
Es una manera de desviar la atención sobre el dogerismo que, durante la pasada campaña electoral y hasta el día de ayer, se ha mostrado abiertamente colaborativo, obsecuente, cercano, afín con los intereses del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
Por eso Enrique Doger Guerrero, el abanderado priista, ayer se apresuró a aparecer al lado de Martha Erika Alonso, la candidata morenovallista a la gubernatura, para legitimar la victoria que le otorgó a la panista el cómputo oficial del Instituto Electoral del Estado, ignorar las anomalías y la violencia que hubo en las votaciones del 1 de julio, y de paso para salir ante la prensa a golpear a Morena y a su candidato Luis Miguel Barbosa Huerta.
Aquí la columna completa
¿Hasta dónde llegarás, Rivera Pacheco?
Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, señala que los propagandistas del fraude electoral en Puebla hacen horas extras para convencer a más y más poblanos de que el domingo 1 de julio la voluntad popular fue robada. El sentimiento de frustración los domina, pues ya sentían muy de cerca los beneficios de haber acompañado el proyecto de Luis Miguel Barbosa. Muchos de ellos, personajes antes respetables, ahora mienten groseramente para engatusar incautos.
Todos estos propagandistas tienen intereses poderosos para alentar la historia del fraude, pues sin duda serían beneficiarios de una eventual llegada de Barbosa al poder. Ese es su aliciente y no sus convicciones supuestamente democráticas.
La lista de propagandistas del fraude es amplia. Comenzando por el candidato de Morena a la gubernatura y su corte, dos o tres líderes trasnochados de membretes como el Movimiento Estatal Antirreeleccionista, varios medios de comunicación como La Jornada de Oriente, el portal e-consulta (que le vendió a Barbosa el servicio de manejo de redes sociales) y claro, su encuestador de cabecera: Rodolfo Rivera Pacheco.
A lo largo del proceso electoral Rivera Pacheco fue el proveedor oficial de encuestas para Morena en Puebla, lo cual no tiene nada de ilegal ni censurable. El BEAP, como cualquier empresa, tiene libertad para contratarse con aquel que decida y pueda pagar sus servicios.
Tampoco pienso criticar esos servicios. En la última década el BEAP de Rodolfo Rivera Pacheco ha tenido tanto errores ostensibles como aciertos, lo que más o menos le pasa a cualquier encuestador promedio. Su trabajo era calificado como profesional y sus desaciertos como las cosas que les ocurren a todos los que quieren medir la opinión pública.
Aquí la columna completa
La Anulación de las Elecciones Poblanas pasa por el Dedito de AMLO
Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, indica que arranco con la cita de un fragmento de la más reciente columna de Enrique Núñez relacionada con la impugnación que interpuso Miguel Barbosa ante los tribunales:
“Lo que en los altos círculos de Morena ya se da como un hecho, es que Andrés Manuel López Obrador va a dejar correr el procedimiento jurídico sin cargar los dados, por dos razones principales: mantener la imagen de presidente demócrata y no mandar señales de ambición política desmedida, traducida ‘al toma todo’ de la pirinola.
“Ya la ministra Olga Sánchez Cordero sabe de esa decisión, por lo que no habrá llamadas, ni reuniones con los magistrados del Tribunal Federal, dejándolos en libertad de juzgar con base en las pruebas que presentarán los abogados de Luis Miguel Barbosa”.
Hasta aquí la larga pero reveladora cita.
La versión de Núñez no es insensata y tiene mucho de razón.
Aquí la columna completa
