PrimerPlano-LoQueDicenLasColumnasDe-Mexico

Dilemas de los (hoy) perdedores

Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente Personal, publicada en El Financiero, indica que Ricardo Anaya afirma que su rival por la presidencia es Andrés Manuel López Obrador. José Antonio Meade dice lo mismo. Los dos hablan como si el segundo lugar, que es el que actualmente disputan, lo tuvieran amarrado, por lo que se descalifican recíprocamente antes de reconocer que su enconada lucha por un sitio que sólo lleva a la irrelevancia electoral, los tiene en un pantano. Con menos de tres meses para la elección, la falta de un claro rival de López Obrador divide el voto, y muestra que las estrategias desarrolladas por Anaya y Meade han sido equivocadas y letales para ellos mismos.

Anaya apostó al suicidio al correrse al bando antisistémico que López Obrador tiene patentado desde hace casi un cuarto de siglo (ni más ni menos, para que no se olvide). Los conceptos de lucha contra un poder que utiliza todos los recursos del sistema a su alcance, son combustible para López Obrador, quien puede dar prueba de ello al haber enfrentado campañas desde ese poder que identifica como “mafia”. La autoridad moral de Anaya para utilizar el mismo recurso es nula. Pertenece a un partido que construyó el bipartidismo contra el que López Obrador y sus mayores lucharon, que buscó encarcelarlo por una falta administrativa en 2005, y lo acusó de ser “un peligro para México”. También fue comparsa del presidente Enrique Peña Nieto en la gestación y aprobación de las reformas.

El corrimiento de un derechista a la izquierda de la geometría electoral no le ha dado impulso suficiente para ser adversario peligroso de López Obrador, hasta ahora cuando menos, porque el candidato antisistémico por antonomasia es el tabasqueño, cuyo espacio no tiene huecos para un usurpador. Los votos de castigo se los lleva él, no Anaya. Sin embargo, le regaló una palanca estratégica, porque su radicalización eliminó el voto útil que ayudó al PAN y al PRI en las dos últimas elecciones presidenciales, y se lo transfirió a López Obrador, como se ha ido apreciando consistentemente en las encuestas de preferencia electoral.

El suicidio estratégico de Anaya ha sido también un disparo contra Meade. En estos momentos, aun si Meade pudiera consolidarse en segundo lugar en las encuestas, el voto útil no se inclina por él. La opción en 2006 y 2012 cuando el PRI respaldó a Felipe Calderón y luego el PAN a Peña Nieto para evitar que López Obrador llegara a Palacio Nacional, la canceló el radicalismo de Anaya, que fracturó estructuralmente a su partido y confrontó a sus bases. Al mismo tiempo, la estrategia del PRI y el gobierno para mancharlo de corrupción no ha sido suficiente para que sus pérdidas de electores se trasladen a Meade, por una razón que se aprecia en todos los estudios de opinión: la molestia contra Peña Nieto y su gobierno, y el repudio al partido en el poder.

Meade no ha logrado penetrar en el electorado, angustiado por la inseguridad –el gran fracaso del gobierno peñista–, incendiado por la corrupción –ante un gobierno donde la impunidad parecería la marca de la casa– y por el mediocre rendimiento económico. Hace mucho sentido que ante un cambio de modelo, como el que propone López Obrador, tenga crecientes voces para darle una oportunidad, sin importar sus inconsistencias y descontextualizaciones. Los enredos en su equipo y el gobierno sobre Anaya continúan. Más documentación supuestamente probatoria sobre la corrupcion inmobiliaria de Anaya que está en poder del gobierno, está siendo evaluada para determinar si la filtran a medios antes o después del primer debate el 22 de abril, de acuerdo con funcionarios federales. ¿Servirá de algo?

Aquí la columna completa

Compita usted, señor tramposo

Leo Zuckermann en su columna Juegos de poder, publicada en Excélsior, señala que las elecciones son fascinantes porque siempre están llenas de sorpresas. El problema es cuando los árbitros son los que se encargan de sorprendernos. Increíble lo que hizo el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) al permitir el registro de Jaime Rodríguez, El Bronco, como candidato presidencial. Más bien, vergonzoso.

No es posible que una autoridad tome este tipo de decisiones. Difícil entenderlo. El Bronco no llegó a las 866 mil firmas requeridas para aparecer en la boleta porque el Instituto Nacional Electoral (INE) encontró diversas irregularidades en lo que presentó el gobernador con licencia de Nuevo León. Hubo errores que vamos a llamar de “buena fe” (electores que, por ejemplo, fueron dados de baja por el Registro Federal Electoral), pero también supuestas firmas francamente fraudulentas. De todos los apoyos que presentó Jaime Rodríguez (más de dos millones), el 8% fue de este tipo: Las llamadas “simulaciones” que totalizaron 158 mil.

Según el TEPJF, como el INE no le dio el tiempo necesario a El Bronco para revisar las presuntas irregularidades, se violó su derecho de audiencia y, con el objeto de proteger sus derechos políticos, ordenaron revocar la decisión del INE de negarle el registro. Una visión que los abogados llaman “garantista” al proteger, por encima de todo, las garantías políticas de los ciudadanos. Muy bien. El problema es que, bajo este argumento, se le está otorgando la posibilidad de competir a un tramposo.

Caso diferente el de Margarita Zavala. El INE le restó varias firmas a la exprimera dama, pero de categorías que podrían considerarse como errores benignos. Del millón y medio de firmas que presentó, sólo 432 fueron dentro del rubro grave de “simulaciones”. La propia Margarita, con buenos reflejos, rápidamente anunció que investigaría y acusaría a los auxiliares que recabaron estas firmas fraudulentas.

También recordemos que el que se voló la barda al presentar la mayor cantidad de simulaciones fue Armando Ríos Piter: Más 800 mil firmas fingidas, equivalentes al 46% de las que recabó. Desde entonces, el llamado Jaguar argumenta que el INE le hizo fraude. El TEPJF podría darle la razón, lo cual sería otra cachetada más para el INE legitimando el discurso de que el organizador de las elecciones actúa de manera fraudulenta.

Aquí la columna completa

Chilapa. Los renglones torcidos de Dios

Joaquín López Dóriga en su columna En Privado, publicada en Milenio, indica que témele a quien te diga que no temas. Florestán

La zona más caliente de Guerrero y una de las violentas del país, el corredor de Chilapa-Chilpancingo, vive en un vacío de gobierno que ha llenado el crimen organizado en todas sus vertientes: la policiaca que ofrece seguridad a cambio de dinero; la de recaudación, cobran esa protección, derecho de piso, de tránsito, de territorios y hasta de obra, y esa es su ley a falta de autoridad que haga respetar la norma legal.

Los pobladores del área de Chilapa están en manos de las bandas del crimen organizado que los explotan con el cultivo de amapola del que obtienen más ingresos que de cualquier otra actividad.

Hace unos días, productores de amapola se reunieron con mandos militares para pedirles que les permitieran seguir con ese cultivo unos años más para poder hacer ahorros y luego ya dedicarse a otra siembra.

Este encuentro retrata la realidad de esa zona del estado de Guerrero, donde han asesinado a nueve aspirantes a cargos de elección popular.

Aquí la columna completa

‘El Bronco’: ¡se los dije!

Ricardo Alemán en su columna Itinerario Político, publicada en Milenio, señala que con el título de “¿Perdón a los Tramposos?”, el 5 de abril adelantamos la posibilidad de que el Tribunal Electoral federal perdonara a los tramposos “candidatos independientes” y los metiera a la boleta presidencial.

El perdón estaba “cantado” no porque los independientes sean blancas palomas o políticos honestos víctimas de una fea persecución, sino que era previsible porque entre los magistrados sigue viva una tara burocrática —que confronta al INE y al Tribunal—, donde los segundos no están dispuestos a avalar —sin chistar— lo dictaminado por los primeros.

Lo cierto es que Jaime Rodríguez Calderón y Armando Ríos Piter están lejos de la honestidad valiente. En realidad son parte de la peor escoria de la clase política —que salta de partido en partido— que terminó por escudarse en esa baratija llamada “independientes”, en medio del lodazal.

Hoy, una “pandilla” —así motejados en redes— de cuatro magistrados del Tribunal avalaron que Jaime Rodríguez Calderón aparezca en la boleta como candidato presidencial, a pesar de sus probadas trampas. Pero no es todo, iniciada la fiesta de los tramposos, Armando Ríos Piter está listo para recibir su premio como el mayor tramposo.

En la entrega de ese 5 de abril exploramos el efecto de una exoneración de los tramposos, a partir del recurso narrativo de la pregunta. Y formulamos las siguientes interrogantes.

Aquí la columna completa

Margarita enmienda la plana

La columna Bajo Reserva, publicada en El Universal, indica que una buena mohína hizo Margarita Zavala en el ascensor del Club de Industriales cuando miró un cartel que convocaba a un debate el 24 de abril entre los jefes de las campañas de los candidatos presidenciales y no vio el nombre de su coordinador, Fausto Barajas. Con su pluma, la candidata independiente le metió mano a la convocatoria. Y, ¡oh sorpresa!, horas después, la misma tarde-noche de lunes, los convocantes mandaron colocar una nueva invitación con los nombres de los representantes de Andrés Manuel López Obrador, Tatiana Clouthier; de Ricardo Anaya, Jorge Castañeda; de José Antonio Meade, Aurelio Nuño, y de Margarita Zavala, don Fausto Barajas. ¿Será que ahora deberán incluir al jefazo de campaña de Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, quien deberá ser puesto en la boleta electoral por un fallo del Tribunal Electoral?

¿Los Monreal, igual a los Kennedy?

Gran puntada se aventó el candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, en una visita proselitista a Zacatecas, terruño de la familia Monreal. Nos comentan que don Andrés Manuel hizo referencia a las familias que se dedican a la política y en ese punto comparó a la familia Monreal con los Kennedy, políticos estadounidenses. López Obrador lanzó el piropo en un recorrido por suelo zacatecano, al lado de los hermanos Ricardo, David y Saúl Monreal, a quienes reconoció su operación política en la segunda circunscripción electoral. Sin embargo, nos dicen, en los tres eventos en Jerez, Fresnillo y Guadalupe, la gente no respondió cómo esperaban y no hubo lleno total para AMLO.

Aquí la columna completa

La columna Trascendió, publicada en Milenio, señala que sorprendió que a Andrés Manuel López Obrador no le fue como esperaba en Zacatecas: en sus mítines en Fresnillo y Guadalupe decenas de sillas se quedaron vacías, pues de plano no llegó la gente que se esperaba. A pesar de ser tierra de Ricardo Monreal y de que varios camiones llevaron a decenas de personas, la convocatoria quedó a deber.

Estas escenas recordaron el recorrido del tabasqueño luego de perder la elección presidencial en 2006, cuando Amalia García gobernaba el estado y se dedicó a sabotear todos los actos de López Obrador. La dirigencia estatal del PRD tenía que llevar a la gente de un municipio a otro en apresurados movimientos para que no se vieran vacíos los mítines. ¿Estará pasando lo mismo y apareció de nuevo la mano negra de la ex gobernadora?

Que todos los presidenciables pisarán tierra santa mexiquense al parecer el mismo día, mañana jueves: harán pasarela, como ya ocurrió ante la Cámara de Comercio norteamericana, en la 105 Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano, en Cuautitlán Izcalli. Hasta el momento ya están confirmados, Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador. Por cierto, con el caso de “El Bronco” quizá el primer milagro sea la multiplicación de los candidatos…

Que, a propósito, en el PRD nadie duda de que es prioritario para esta parte del Frente apoyar al presidenciable Ricardo Anaya, quien ha anunciado que estará hoy en Toluca, y promete convocar hasta 10 mil personas. Habrá que ver qué tanto brilla ese sol, ante el pronóstico de lluvias para esta tarde…

Que no hay fecha para la visita a Guanajuato del candidato a la Presidencia por la coalición Todos por México, José Antonio Meade, que en dos ocasiones ya canceló una gira al ver que el PRI nomás no prende en el principal bastión panista del país.

Aquí la columna completa

incendios forestales