Columnistas-EduardoGarciaAnguiano

Los extremos en la justicia resuelven problemas de convivencia inmediatos, a la larga las complicaciones persisten.

Los ánimos de perdón y venganza han aflorado con el debate presidencial del domingo de abril.

Los hay quienes buscan absolver a los delincuentes porque poseen pactos secretos con ellos.

Otra forma de perdón es el indulto, aquella que legalmente quita la pena al delincuente por obra y gracia del gobernante.

También se aboga por amputarle la mano a quienes roban, similar a lo que sucede en algunos países islámicos radicales.

Existen otros castigos: la silla eléctrica, la inyección letal, lapidaciones y otras muchas formas de sanción física, muerte o exterminio como las modernas cámaras de gases, que han permitido las leyes de una sociedad en una determinada circunstancia histórica.

Con la facultad humana de la razón las sociedades han construido un Estado Constitucional de Derecho, que reconoce características inalienables de la persona, muy por encima de la ley de la selva, la venganza y el perdón al delincuente por fácil omisión o por culpable complicidad.

El novelista Víctor Hugo expresó: “Ser bueno es fácil; lo difícil es ser justo”.

@EGAnguiano
26 de abril de 2018

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

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Sociólogo y Maestro en Administración Pública. Ha laborado en el gobierno federal y en gobiernos locales en áreas de gobierno y seguridad. Ha sido profesor en la Universidad de las Américas y del...